Santiago Gamboa estuvo en Venezuela unos minutos el jueves. Se encontraba en Arauca, como uno de los participantes del Festival de la Lectura y las Artes, y en una de sus caminatas por la zona vio a una señora que cruzaba el puente de Colombia a Venezuela. Llevaba a un niño y algunos trastes, caminaba con dificultad. Se ofreció a ayudarla y ella aceptó. ?Crucé un rato. Fui a mirar y ayudé a la señora con los paquetes. El niño estudia en Colombia. A los habitantes les favorece el tema de la gasolina. Aunque el gobierno colombiano la subsidie en esa zona, al igual que en Cúcuta, no les parece tan buena como la venezolana, que todavía se consigue?. Más tiempo estará el escritor colombiano este fin de semana, cuando hoy presente la reedición que hizo Madera Fina de su libro El cerco de Bogotá, publicado originalmente en 2003 por Ediciones B. Penguin Random House ha vuelto a publicar varios títulos del autor en los últimos cuatro años, pero no éste. ?Por eso quise volver a sacarlo cuando esta nueva editorial me hizo la propuesta. Además, es importante por la situación del país, al que no llegan fácilmente los libros importados?. Son seis cuentos. El primero, el más largo, describe una ciudad sitiada. El gobierno de Colombia despacha desde Cartagena, pues la capital está en ruinas. La guerrilla acecha la metrópolis y los habitantes que quedan conviven entre la hostilidad, la hambruna y el desespero. Como todo conflicto, suele ser el punto de atención de misiones humanitarias y periodistas. Son dos reporteros europeos quienes protagonizan la historia. Gamboa la escribió desde el pesimismo, cuando los diálogos entre la administración de Andrés Pastrana y las FARC habían fracasado; la guerrilla se había fortalecido aún más por la zona de despeje en el Caguán que las autoridades le concedieron a finales de los noventa. Fue un período en el que los insurgentes tuvieron un poderío militar importante. ?Ahora Colombia vive una situación contraria. Es el segundo proceso de paz, pero tenemos esperanzas de que salga adelante. Reeditarla es recordar que vale la pena apoyarlo?,El escritor no entiende a los que están en contra de las negociaciones, especialmente la posición del uribismo. ?Si fuera gente sin educación diría que es ignorancia, pero se supone que son personas con posgrado que hablan varios idiomas, lo que me hace pensar en la mala fe. Toda persona que sabe sobre el tema tiene claro que un proceso de paz es distinto a una capitulación militar?, agrega el autor, que escribe un libro sobre un viaje a la India. Sobre ISIS. Gamboa tiene bastante tiempo escribiendo sobre el tema del terrorismo y el fundamentalismo. Considera que el llamado Estado Islámico se está convirtiendo en el receptor de los rebeldes europeos. ?Para mí no es un asunto netamente religioso. Tiene que ver con descontento, personas que viven en zonas marginadas que ven en este tipo de grupos una forma de expresar su odio. En los noventa lo hacían con esas protestas intensas en las calles. Hay una película francesa llamada El odio que retrata todo ese movimiento de las barriadas?, acota el autor sobre el filme de 1995 dirigido por Mathieu Kassovitz.Es de los que piensa, sin embargo, que la reacción de Francia es errónea. Considera que sigue el guión de los terroristas. Reconoce además que en América Latina existe el mismo descontento, pero las formas para articularlo son diferentes. ?Existe el narcotráfico, grupos criminales como las maras de Centroamérica, la guerrilla y el paramilitarismo?.El cerco de Bogotá Hoy. 3:00 pm Librería Kalathos. Centro de Arte Los Galpones


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