Cadena de sueñosQuién puede dormir cuando ella?a cientos de millas oigo ese vasto alientoavivar sus cubiertas agitadas.Cicatriz tras cicatrizlos eslabonescascabelean una vez.Navegamos madre en un océano sin barcos.Piedad por nosotros, piedad por el océano, navegamos. Nuestra fortunaEn una casa al atardecer la lección final de una madredevasta el poniente y sella el pacto.Mira por las ventanas al anochecer y verás gente de pie.Somos así, teníamos un pretexto para estar dentro.Llegó el día, cortamos el fruto (cortamosel árbol). Ahora estamos fuera.Aquí hay una deudasaldada. Nada que hacerTu viento vidrioso rompe contra la muda orilla y agita la rosa.Mirad cómoantes de una gran nevada,antes de que el vacío deslizante de la noche caiga sobre nosotros,nuestras linternas proyectanformas de antiguas compañíasyluego una fría pausa.Qué cuchillo desollóesa hora.Hundió las boyas.Sopla sobre lo que fue nuestra casa.Nada que hacer sólo rema


El periodismo independiente necesita del apoyo de sus lectores para continuar y garantizar que las noticias incómodas que no quieren que leas, sigan estando a tu alcance. ¡Hoy, con tu apoyo, seguiremos trabajando arduamente por un periodismo libre de censuras!