Mi trabajo de edición final del libro Demencia de José Miguel Roig fue de una intensidad inusual. En efecto, este texto que recién publica Oscar Todtmann Editores expone de manera cruda y descarnada la ultraviolenta realidad de Venezuela en la actualidad.Cuando llegó en primera instancia el manuscrito a mis manos constaba de una serie de cuentos y un par de novelas cortas. Lo primero que percibí fue un discurso con extrema corrección formal que se contraponía a los tópicos descarnados que aparecían en los textos. En ellos estaba presente toda la gama de cosas horripilantes que ocurren en la Venezuela del Socialismo del Siglo XXI, que según el discurso oficial es el ?mar de la felicidad?. Así, me fui topando con asesinatos brutales, secuestros exprés, violación por el mero hecho de violar y consumo de drogas, amén de los consabidos aspectos macabros que se presentan en los barrios venezolanos. Todo esto, más que tener que ver con un hecho social, está íntimamente ligado con un asunto cultural en el sentido de que el descalabro moral y la descomposición de los valores afectan en el presente a toda Venezuela.De modo que ese discurso y lenguaje que formalmente era refinado y que al mismo tiempo expresaba lo más crudo de la realidad fue un aspecto que me llamó profundamente la atención en tanto editor.Vino entonces una primera aproximación que consistió en someter los diversos cuentos cortos a un proceso de curaduría de manera de ver cuáles terminarían siendo los que prevalecerían en la edición final. Inicialmente elegí tres y ubiqué al principio del libro uno que contenía una escena en que unos secuestradores escapaban hacia el rio Guaire ?la cloaca máxima de la ciudad de Caracas? luego de un intenso tiroteo. Mi decisión de colocar dicho texto justo al comienzo del libro estuvo basada en el hecho de que esa huida hacia una cloaca era per se el artificio de todo el artefacto, dado que con este libro el lector se adentraría en lo peor y más sucio de la condición humana.De forma que una vez listos los cuentos me aproximé a nivel editorial a las dos novelas y percibí en ellas una gran ironía en el lenguaje de José Miguel Roig, de modo que este abordaba los temas más tabú, como puede ser por ejemplo la violación de una mujer frente a su marido ?en el mejor estilo de La naranja mecánica? con una prosa muy fina que expresaba con suma preclaridad la manera en que todo el resentimiento social había sido capitalizado como discurso político por la elite gobernante. Este aspecto era, sin duda, el quid del asunto en la propuesta del autor en el sentido que establecía un retrato fidedigno de la Venezuela actual, una nación sumida en el deterioro y la descomposición a todo nivel. Aquí es importante señalar que si no ocurre una reversión de los eventos motivada por el arribo de una nueva clase política podríamos estar enfrentando, de un instante a otro, la disolución plena del Estado venezolano.Asimismo, otra cosa que resultó llamativa de todo este proceso, consistió en el fluido manejo de los instrumentos digitales que evidenció el escritor a sus 85 años y los cuales son esenciales en un trabajo de edición en la actualidad. En este caso la labor se dio de manera sistemática en la búsqueda de la expresión de esa línea frenética que fue el texto final de Demencia.En definitiva, a última hora hubo la decisión de que fuesen cuatro cuentos cortos y se configuró entonces un potente libro con un discurso demoledor, así como un título impactante. Durante todo este proceso estuvo presente la maestría y conocimiento del autor en torno al lenguaje y el fenómeno narrativo en general. Vio la luz, entonces, un texto muy sobrio y conciso; un texto que a pesar de los tópicos que aborda hace gala de un lenguaje sin rebuscamientos incensarios donde la intriga va un in crescendo continuado y frenético.Asistimos con este libro de José Miguel Roig a una pieza clave para entender el fenómeno de descomposición que en la actualidad experimenta la nación venezolana. DemenciaJosé Miguel RoigOscar Todtmann Editores.Caracas, 2015.


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