Una modelo a la que le pidieron que «adelgazara hasta los huesos», presentó hoy en Downing Street una campaña para que el Gobierno británico apruebe una ley que obligue a las agencias a hacerse cargo de la salud de sus modelos y que las ampare contra las exigencias de la delgadez extrema. Se trata de la joven australiana Rosie Nelson de 23 años, que entregó hoy una petición firmada por 114.000 personas solicitando protección para todos aquellos que quieren entrar en la industria de la moda y a los que se les presiona para estar delgados. Nelson tomó la iniciativa de esta campaña después de que una agencia de modelos le dijera que tenía «potencial» pero que debía perder peso hasta «estar en los huesos». Además de exigir protección legal, la impulsora del proyecto dio su testimonio en Westminster durante una investigación parlamentaria sobre cuestiones de imagen corporal, que preside la diputada conservadora Carolin Nokes. En el acto también participaron expertos de la industria y modelos como la hija del actor David Hasselhof, Hayley Hasselhoff, que realiza campañas para mujeres con tallas grandes. Nelson, que acaba de realizar la campaña de Navidad para Vogue, apuntó que se convirtió en una «esclava» para conseguir lo que le pedían, lo que le hizo sentirse mal consigo misma y ser consciente de que su cuerpo no mejoraba ni lucía mejor. «He sido modelo durante cinco años y sé que tengo buena salud conforme estoy y si no aceptan eso, entonces son ellos los que pierden», remarcó. La preocupación de la australiana radica en que la presión dentro de la industria de la moda tenga un impacto dañino tanto emocional como físico a largo plazo para todos los jóvenes que buscan hacerse un espacio en el sector. Para la modelo es fundamental que los controles de salud queden legislados ya que, si a una chica le piden que pierda peso, puede estar controlada por médicos y llevar a cabo una dieta que le proporcione tanto una nutrición adecuada como deporte. Nelson afirmó contar con «pruebas fehacientes» de que estas presiones existen y de que «chicas se vuelven anoréxicas y toman salidas drásticas para ser modelos». La modelo dijo hoy en una entrevista en la cadena británica ITV que las exigencias de algunas agencias no son las adecuadas y que no le «gustaría que otra chica escuchara algo así». Aseguró además que ha llegado a estar hasta diez horas en sesiones de fotos sin poder comer nada y que ésa es una práctica habitual en el mundo de la moda. Esta investigación llega un día después de que una persona anónima distribuyera tarjetas entre los viajeros del metro de Londres que promovían el odio contra la gente gorda, lo que encendió la ira en las redes sociales y obligó a abrir una investigación policial.


El periodismo independiente necesita del apoyo de sus lectores para continuar y garantizar que las noticias incómodas que no quieren que leas, sigan estando a tu alcance. ¡Hoy, con tu apoyo, seguiremos trabajando arduamente por un periodismo libre de censuras!