«¡No hay que tener miedo de comerse una salchicha a la brasa!», afirmó el ministro alemán de Alimentación, en respuesta a un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que vincula el consumo de embutidos al riesgo de cáncer.»Como siempre, todo es cuestión de cantidad: demasiado de lo que sea nunca es bueno para la salud», argumentó el ministro, Christian Schmidt, en una declaración escrita que toma como ejemplo los riesgos de exponerse demasiado al sol.En su informe publicado ayer, la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC), dependiente de la OMS, colocó al consumo excesivo de carnes procesadas como embutidos o fiambres en el Grupo 1 de riesgo de contraer cáncer, principalmente colorrectal.E integró el consumo excesivo de carnes rojas -vacuna, porcina y ovina- en el grupo de alimentos «probablemente cancerígenos».»Se alarma a la gente de forma indebida si se pone a la carne en la misma bolsa que el amianto o el tabaco», se rebeló Schmidt.Salchichas y fiambre son productos muy presentes en la alimentación alemana, aunque su consumo experimenta cierto declive: en 2013, los alemanes ingirieron 60,3 kilos de esos productos por persona, frente a 61,3 kilos en 2010.Alemania es además un importante productor de carne, con 8,8 millones de toneladas en 2013 (+0,6%), incluyendo 5 millones de carne porcina y 1,4 millones de toneladas de productos avícolas.Las declaraciones de Schmidt son similares a las que también realizó el ministro australiano de Agricultura, Barnaby Joyce, quien calificó el estudio de la OMS como una «farsa».


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