Grandes opresores de la historia terminaron en la orfandad de su poder arbitrario; es el mismo camino que transita el régimen venezolano. Su esplendorosa performance se va llenando del fuego eterno de su infierno. El mismo sulfuroso palacete en donde yacen los huesos olvidados de quien se creyó inmortalizado por los brebajes del reino. Su inmensa dosis de poder los embriagó hasta de creerse eternos. En la medida que perdía su influencia en el pueblo han ido radicalizando sus posturas para archivar la decencia en el perchero de los intereses.Los proyectos políticos tienen como riesgo primario el de olvidarse de las raíces que alimentan su árbol, cualquier desviación terminará demoliendo los propósitos originarios; vendrá la desilusión que traerá consigo la tala que romperá sus cortezas hasta hacerlas leñas del árbol caído. Sobre esos restos se construirá una nueva ilusión o quizás una mentira maquillada que terminará corroída como su antecesor. Son los procesos que las sociedades han vivido desde que comenzó a organizarse como un elemento gregario, después la historia va revelando cómo se fue torciendo en el camino seducido por el poder que corrompe. Ese perfecto mecanismo hizo que entráramos en etapas sombrías.Faltarían dedos para escribir de tantos personajes que quisieron desafiar al tiempo. La realidad los fue colocando en sus sarcófagos, muchos fenecieron durmiendo hasta el último suspiro en el trono que se construyeron. Paulatinamente aquellos que estrujaron sus ojos para llorarlos se convirtieron en los primeros que los olvidaron, no tenían tiempo para soñar con muertos; ahora la propia supervivencia es la marca sus intereses.La historia que siempre se levanta para relatarnos los hechos, hará que este ciclo del chavismo cierre sus capítulos con la rendición de los culpables. Un periodo que sacó a un grupo de resentidos de la miseria absoluta a tener fabulosas cuentas y vida de leyenda. Amparados en la seducción del fraude cautivante nos vendieron una ilusión de país que nos trajo hasta esta verdadera tragedia griega. Muerto el socialismo bolivariano se expandirán las cenizas mentirosas entre los románticos, que anhelan diseñarnos un mundo en donde el paraíso tenga  el rostro de la maldición.La marchista ilusión de la eternidad es el drama de los forajidos sedientos de más poder. Ni que cuenten con la mayor de las fortunas le podrán agregar un segundo a su vida; al momento de llegarles la hora. El destino los esperará en la puerta para conducirlos hasta el olvido. En la medida en que sus huesos se hacen polvo, ¡asimismo su recuerdo irá perdiendo la batalla en contra de la realidad?!


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