El nacimiento del segundo hijo de Kim Kardashian y Kanye West, Saint West, no fue fácil para la polémica estadounidense. La protagonista del reality Keeping up with the Kardashians dio a luz 20 días antes de lo pronosticado, debido a un desprendimiento de placenta, y las horas que antecedieron al parto fueron complejas. «Fue muy doloroso para ella. Llevó muy mal hasta las contracciones del principio. Luego el parto fue muy rápido», dijo un amigo de la familia al diario británico Daily Mail. «Tenía un poco de ansiedad, que se fue intensificando el último par de días, sobre todo justo antes de la llegada del niño», añadió la misma persona. Según informó la revista People hace algunos meses, Kardashian se sometió a tres cirugías para lograr la gestación de su segundo hijo. La empresaria tenía dañadas las paredes de su útero, por lo que requirió de intervención quirúrgica. Luego procedió a realizarse una fertilización in vitro.  


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