Se dice que fue el primer hacker de la historia. El francés René Carmille logró salvar vidas durante la ocupación de los nazis en Francia en 1940, al sabotear la tecnología de la época: las tarjetas perforadas de IBM.Con el establecimiento del Reich en Alemania, tras el nombramiento de Adolfo Hitler como canciller en 1933, el gobierno decidió llevar a cabo un censo de toda la población en el país.El censo debía registrar la edad, sexo, residencia, profesión y estado civil de cada individuo. Además, por primera vez, se ordenó registrar la religión de la persona trazándola a sus abuelos.La tarea era enorme y para contener tal cantidad de información, se utilizaron las llamadas tarjetas perforadas, donde se introducían los datos recolectados en forma de perforaciones según un código binario.PrecursorasLas tarjetas -que eran láminas hechas de cartulina- formaban parte de una tecnología de procesamiento de datos desarrollada en EE.UU. por Herman Hollerith a fines de siglo XIX, y fueron una de las primeras aplicaciones de la informática.Hollerith fundó la compañía Tabulating Machine Company en 1896, que después fue renombrada International Business Machines (IBM).Las tarjetas, que eran clasificadas y computadas por las llamadas máquinas Hollerith, se convirtieron en las precursoras de las computadoras.Y a fines de los 1930, con la información recogida en los censos, el régimen nazi creó un Registro Judío, el cual posteriormente también incluyó los nombres de judíos que vivían en los territorios ocupados por las tropas alemanas en Europa.Esta información condujo eventualmente a que los nazis pudieran identificar, confiscar bienes, arrestar, deportar y exterminar a millones de judíos.En Francia, sin embargo, las máquinas Hollerith no revelaron la información que buscaban los nazis. Y esto fue gracias al primer «hackeo», que llevó a cabo René Carmille.Carmille era un experto en tarjetas perforadas que trabajaba como auditor del Ejército Francés.También manejaba el Departamento de Demografía de la ciudad de Vichy, donde se almacenaban las máquinas Hollerith para el procesamiento de información de los censos.Y, quizás lo más importante, era agente de la Resistencia Francesa.SabotajeCuando los nazis invadieron y ocuparon Francia en 1940, el gobierno pronazi cuya sede estaba en Vichy, ordenó realizar un censo nacional.El gobierno comisionó a Carmille la tarea de computar en tarjetas perforadas los datos recogidos en el censo.Carmille entonces vio la oportunidad de salvar vidas de judíos y decidió «hackear» las máquinas Hollerith.Lo que hizo fue reprogramar las máquinas para que éstas no perforaran la llamada Columna 11, donde los ciudadanos indicaban cuál era su religión.Carmille y su equipo lograron sabotear -durante casi tres años- el pedido de los nazis de enviar una lista de todos los judíos que vivían en Francia.Y al mismo tiempo utilizaron la información de las tarjetas para reclutar a exsoldados para la Resistencia.No se sabe con certeza cuántos judíos lograron sobrevivir gracias a la estrategia de René Carmille.En 2001, Edward Black publicó el libro «IBM and the Holocaust» (IBM y el Holocausto), sobre el papel que pudo haber jugado IBM en la «solución final» de Adolfo Hitler.Allí asegura que durante la ocupación nazi en Holanda, 73% de la población judía fue deportada y exterminada mientras que durante la ocupación en Francia, fue deportado sólo 25%.Esto -afirma Black- fue gracias a un héroe de la Resistencia llamado René Carmille que saboteó la infraestructura Hollerith.Lo que Carmille estaba haciendo, sin embargo, fue descubierto por los nazis en 1944.Fue arrestado y enviado al campo de concentración de Dachau, Alemania, donde murió un año después.


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