De acuerdo con la definición convencional, una recesión es una contracción del nivel de actividad económica (PIB) durante dos trimestres consecutivos. La recesión de la economía implica pérdida de capacidades productivas, destrucción de la riqueza creada, mayor desempleo y salarios más bajos.La historia económica de Venezuela está llena de episodios de prolongadas disminuciones de la producción, hecho típico de las economías altamente volátiles. Tal vez el evento más remoto fue la recesión de 1960 cuando el presidente Rómulo Betancourt aplicó un severo programa de austeridad fiscal y monetaria encaminado a detener las copiosas salidas de capital. En 1961, la economía se reencontró con el crecimiento. Posteriormente, debido a la instrumentación de una política económica incoherente entre 1980 y 1981, la economía se mantuvo en un letargo de siete trimestres acosada por fuga de capitales que terminaron por hacer inviable la economía a finales de 1982 y comienzos de 1983.En 1989 Venezuela sufrió una caída puntual pero muy aguda debido al programa de ajuste fiscal, acompañando de una fuerte devaluación, que aplicó Carlos Andrés Pérez en su segundo gobierno. De ello la economía se recuperó rápidamente. Con Caldera II la situación no fue mejor. En 1994, desencadenada una crisis bancaria y como siempre salidas de capital, se generó un proceso recesivo ese año y también en 1998 cuando de manera incomprensible el BCV aplicó una política monetaria muy estricta orientada a defender un sistema cambiario disfuncional, al borde del colapso. A Ello siguió otro absurdo: la política de marcada austeridad fiscal diseñada por el primer gobierno de Hugo Chávez en 1999, la que acentuó la recesión de 1998.El lapso que comprende 1999-2016 ha sido uno de los más inestables y mediocres en la historia económica de Venezuela. La tasa de crecimiento promedio está alrededor de 1%, un registro pobre dados los recursos externos que Venezuela ha recibido. Desde el primer trimestre de 2002 hasta el tercer trimestre de 2003 la actividad económica acusó un desplome debido a un shock político que, pasando por un golpe de Estado, terminó arrastrando la economía hacia el foso. Luego, como resultado de la caída de los precios petroleros en 2009 y de una política económica que, en medio de ese deterioro de los términos de intercambio, pretendió mantener anclado el tipo de cambio, la economía acumuló seis trimestres de recesión entre el segundo trimestre de 2009 y el tercer trimestre de 2010. Pero nada de lo anterior se compra con la gran recesión que ha sufrido la economía bajo el gobierno de Nicolás Maduro. La recesión arrancó en el primer trimestre de 2014 y se prolongará a lo largo de 2016. Se trata de por lo menos doce trimestres de contracción de la economía. Se calcula que al cierre de este año la economía haya perdido cerca de 15% o más del nivel de producción de 2012. Esto es una verdadera catástrofe, no vivida por ningún país sin conflicto bélico.


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