Alida Quintero se emociona y con razón. Acaba de estrenar en Caracas un espacio en el que puede compartir las delicias que logran con Chocolates Paria que ellos trabajan desde el grano en la hacienda Bukare, apostada cerca de playa Medina en tierras parianas. Allí, esta economista oriunda de los Andes, madre de la ex Miss Venezuela Irene Esser, trabaja el cacao Río Caribe para producir chocolates que cuidan desde la misma semilla. La novedad es que ahora, en el Centro San Ignacio de La Castellana, proponen un lugar donde no solo ofrecen sus chocolates: también un nuevo repertorio de alternativas que elaboran con él. En alianza con la repostera Paula Herrera han ingeniado una línea de ocho bombones rellenos con guanábana, parchita e incluso ají dulce. «Tenemos uno con licores de Mirna Rojas de Río Caribe que ha gustado mucho», cuenta Quintero, que ahora se repartirá entre la hacienda y Caracas. En este espacio consagrado al chocolate ofrecen tortas, café pariano con licor de cacao y hasta infusión de cascarillas de cacao con limón, a la que le ha ido muy bien. Sus hijos, Irene y Billy, la acompañan en este proyecto que felizmente crece y comparte lo que logran con el cacao de Paria.La tienda Chocolates Paria está en el nivel Jardín del Centro San Ignacio. Abren de lunes a viernes de 12:00 m. a 8:00 p. m. Sábados y domingos de 12:00 m. a 9:00 p. m.Cena por una buena causaHay iniciativas que son gustosas en varios sentidos. El pasado 30 de noviembre, en Valencia, se celebró la segunda cena a beneficio del Hospital de Niños. Esta vez el menú estuvo a cargo de un equipo liderado por el joven chef Armando Canelón, quien parece multiplicarse con el ánimo de su entusiasmo. No solo elabora una línea de chocolates con cacaos carabobeños. También trabaja una propuesta de cocina empacada al vacío e idea platos en los que incluye ingredientes locales. El menú fue un gustoso ejemplo: gazpacho de tomates margariteños coronado con arepa pelada. Cachitos rellenos de costilla de res con salsa de ají, cacao y papelón. Lomo de cerdo en salsa de naranja roja caracara de los valles altos carabobeños. Y un postre hecho, junto con el joven repostero Francisco Broccolo, con mousse de toronjil y chuchuguaza y ramas de chocolate de Trincheras.Buen beberMiro [email protected] BrutEdición EspecialDistribuye: Club PomarTeléfono: (0212) 202 8907Una revisión de lo que hay en materia de vinos en el mercado local me indica que no pasan de 700 las etiquetas disponibles para los seguidores. Según el inventario, hay 630 vinos diferentes, entre 386 vinos tranquilos, 129 espumosos y 20 champañas, más las que se me escapan, que deben ser unas pocas. Escasa oferta considerando que en una época no muy lejana teníamos para elegir casi 2.000 opciones. Además de que las podíamos pagar. Hoy, el vino, el buen vino, es un artículo de lujo del que no podemos prescindir donde, más allá de las marcas de renombre, uno siempre encuentra alguna propuesta modesta, aceptable y bebible. Más todavía cuando enfrentamos estos días navideños, abundantes en comidas complejas, empezando por nuestra hallaca, que requiere irremediablemente vino para acompañarlas. ¿Qué beber en esta época? La respuesta es una: lo que podamos comprar. Los porfiados hechos económicos nos obligan a pensar y sacar cuentas antes de decidirnos, pero, por favor, que no nos lleven a renunciar a una copa de vino, por más humilde que sea. Además del vino rosado que va con nuestro plato bandera, en casa brindaremos con el espumante de Bodegas Pomar, Pomar Brut Edición Especial. Lo probé en la cena del Club Pomar y quedé atrapado en sus seductoras burbujas, plenas de frescura y aromas de brioche y pan tostado, como los buenos representantes del método tradicional. Solo se consigue en el Club Pomar. Feliz Navidad a todos.


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