Cuando se veían con las camisas alusivas a Star Wars, ese imperio cultural y cinematográfico que conecta generaciones, se reconocían como parte de un celoso culto. Se saludaban ?a través de la fuerza?, según Mauricio Plaza, uno de los seguidores de la saga que estuvo anoche en el Centro San Ignacio para ver el estreno de la séptima entrega de la historia creada hace casi 40 años por George Lucas.La primera función en el país de El despertar de la fuerza estaba fijada para el viernes, a las 12:01 am; pero en algunos cines adelantaron para el jueves, a las 9:00 pm, el momento en que nuevos y clásicos personajes lucharían contra el poder del Imperio Galáctico, llamado ahora Primera Orden. Fanáticos se congregaron en ambos horarios. Fueron pocos los que usaron trajes alusivos a los personajes, aunque sí abundaron los sables de luz. El nuevo episodio de Star Wars fue sobre todo un encuentro con la nostalgia y varias generaciones.  Así como Plaza, que se enamoró de la saga cuando Venevisión transmitía las películas en sus ciclos de Cine Millonario, José Solano padre y José Solano hijo también asistieron a la proyección nocturna. ?Soy fanático desde hace 30 años, cuando mi papá me llevó a ver la primera trilogía. Ahora yo lo invito a él?, dice el más joven antes de entrar a la sala. El mayor completa la frase: ?Yo soy el poder?. En la mano lleva un sable que compró cuando sus hijos eran pequeños.Cuando aparece en la pantalla el logo de Lucas Films se escuchan los primeros aplausos. Algunos gritos de emoción. Suenan los primeros acordes de la inolvidable melodía, creada por John Williams y con el acompañamiento en la dirección de Gustavo Dudamel. Esta vez es la visión de J. J. Abrams, que respeta la estética de las primeras entregas, la que juzgarán los seguidores. ?Era todo lo que me esperaba. Compré esta entrada y para otras cinco funciones?, dijo al salir Richard Laguna, fanático desde antes de que su edad se escribiera con dos dí[email protected]


El periodismo independiente necesita del apoyo de sus lectores para continuar y garantizar que las noticias incómodas que no quieren que leas, sigan estando a tu alcance. ¡Hoy, con tu apoyo, seguiremos trabajando arduamente por un periodismo libre de censuras!