Cuatro días de angustia y zozobra. Así definió Yoli Fermín la situación que ha vivido desde que el viernes 4 de marzo su esposo, José Gregorio Nieves, no regresó a casa después de las 5:00 de la tarde, como acostumbraba a hacer diariamente.Junto a los familiares de otros 28 jóvenes desaparecidos, Fermín se mantiene trancando la Troncal 10, vía principal de la zona, para exigir que su esposo aparezca vivo o muerto.Relató al equipo de El Nacional Web que Nieves se desempeñaba como mototaxista, oficio que ejercen muchos en Tumeremo, y como todos los días salió de su residencia el viernes a las 7:40 de la mañana en compañía de Roger Romero, quien también se encuentra desaparecido.Para ella la incertidumbre ha sido la prueba más difícil de superar. Ha debido hacer frente a rumores como uno que afirmó haber visto a su esposo en el hospital José Gregorio Hernández, para finalmente descubrir que no se trataba de la misma persona.¿Complicidad o ineficiencia?En su intento por conocer el paradero del padre de sus dos hijos, Fermín se trasladó junto a efectivos de los cuerpos de seguridad de la zona para realizar una inspección en las minas cercanas. Sin embargo, la búsqueda resultó infructuosa debido a la poca colaboración mostrada por los funcionarios.?Lo que hicieron fue pasearnos. Íbamos a la mina nuevo Callao, pero no llegamos. No quisieron revisar los fundos ni preguntar a los mototaxistas, nos dijeron que cuando llegáramos aquí dijéramos que habían llegado hasta la mina. Yo se que mi esposo va a regresar sano y salvo a casa y si no es así por lo menos que regresen los cuerpos para que descansen», expresó.Sobre las responsabilidades del hecho, no dudó en responsabilizar a los cuerpos policiales. ?Aquí el Cicpc no sirve para nada, el Sebin tampoco, ellos los acompañaron para la matazón de nuestros familiares».Reiteró la desconfianza de la población de Tumeremo hacia el gobierno estadal. ?¿Por qué Rangel Gómez no viene y da la cara? Aquí la gente no confía en el gobierno», agregó.?Aquí seguiremos hasta que aparezcan. Yo no como, no duermo, no puedo hacer nada pensando en mis hijos y en que necesitan que su padre esté sano y salvo», finalizó Fermín.


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