La batalla legal en contra del centro médico donde se complicó la salud de Joan Rivers terminó. La familia de la ex rostro de E! Entertainment llegó a un acuerdo con la clínica a la que demandó por supuesta negligencia a comienzos de 2015. «En la elección de aceptar este acuerdo, soy capaz de poner todos los aspectos legales de la muerte de mi madre atrás para asegurarme de que los responsables de su muerte hayan aceptado su responsabilidad», indicó en un comunicado Melissa Rivers, hija de la actriz. Quien fuera la conductora del programa «Fashion Police» murió a los 81 años en septiembre de 2014, una semana después de someterse a una endoscopía ambulatoria en la que sufrió un paro cardiorrespiratorio. La ácida comediante se sometió al procedimiento para evaluar sus «cambios de voz» y para saber la causa de su reflujo estomacal. Sin embargo, según la investigación, Rivers sufrió un espasmo laríngeo, un reflejo exagerado de las cuerdas vocales que dificulta la capacidad de respirar. En la demanda también se culpaba al médico a cargo del examen, quien habría realizado la endoscopia sin el consentimiento de Rivers. No obstante, la clínica negó estos hechos, según informó CNN. «Desde ahora en adelante mi foco será el de asegurarme que nadie tenga que pasar por lo que mi madre, Cooper y yo pasamos, y voy a trabajar para garantizar mayores estándares de seguridad para los pacientes de clínicas quirúrgicas», finalizó Rivers. Según uno de los abogados de la familia, Ben Rubinowitz, los términos del acuerdo alcanzado son confidenciales.


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