Con personajes reales que vivieron la refriega guerrillera, y que hoy gobiernan o deambulan como ?espectros de Marx? por las calles caraqueñas, Juan Páez Ávila regresa con una nueva novela para desmontar los desaciertos del pensamiento radical y violento que está detrás de las llamadas revoluciones políticas en el país y en América Latina; Palabra de mujer se llama esta nueva novela.Construida con una estrategia hiperrealista, Páez Ávila, muestra y desmonta con maestría narrativa las tramas del poder, que en este texto utilizan a los jóvenes urbanos y rurales que creen a pies juntillas en la utopía de una revolución, para formar un nuevo frente guerrillero, fuertemente influenciado por la revolución cubana. Que, sin duda, causó un impacto en todo el continente y que aún se mantiene, transformada en una férrea dictadura, que se mercadea como franquicia para poder mantener su estructura de poder.Las contradicciones de Isa Montes con Levi Rondón, atraviesa la trama de esta novela. Ella en el sueño utópico formada con las teorías revolucionarias que aún se repiten y el otro, pacificado, racional y objetivo. Novela que recorre la ciudad a través de sus restaurantes emblemáticos para el acuerdo político y la seducción, donde se mezclan decisiones y pasiones, con los lugares de poder militar. Retrato narrado de nuestra realidad, vista por los ojos del periodismo. Los temas y deficiencias de un sistema híbrido, entre hombres que creían en el cambio y las viejas prácticas del clientelismo, la transformación de las FF AA convertidas en guardia pretoriana de un régimen corrompido de hombres dispuestos a extraer toda la riqueza hacia sus sedientos bolsillos; sus falencias y las nuevas tecnologías como herramientas para el ejercicio civil de la política.Los pobres prejuicios de una guerrillera que se quedó en el pasado, regresan como parte de una zaga narrativa que se inició con Viaje a la incertidumbre, el personaje de sus anteriores novelas; el honesto y romántico abogado, Juan Cecilio Manovuelta, que vino de aquellos fuegos y que buscaba en su antiguo amor, la redención de un hombre solitario, ahora transformada en guerrillera global. También la ciudad imaginaria de Carohana, que ha creado el autor; trasunto de esa mezcla de ciudad capital con las ciudades del interior, que irónicamente el narrador nos propone como país atrasado y rural, puro y romántico, y espacio del mal, que corroe al gobierno ?revolucionario?. Espacio imaginario donde sucede todo; como la escena en el nuevo aeropuerto, donde el coronel Freddy Chacín le informa a su mando inmediato ?Mi coronel, el aeropuerto está listo y en pocos días debemos recibir el avión y el primer depósito en dólares en nuestras cuentas en el exterior?.Palabra de mujer es una novela inquietante, podemos ver en ella, todo el entramado que rodea el poder, el destino de los honestos como Juan Cecilio Manovuelta, la permeabilidad de nuestras realidades políticas y las posibles vías democráticas para llegar al poder; pero también sentir la cercanía de un estallido en el corazón del mismo poder.


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