Argentina ocupa el tercer lugar en el mapa del tabaquismo adolescente de América latina, después de Ecuador y Colombia. Excepto en el último país, las mujeres fuman más que los varones. «Nuestro país lidera el consumo en la región y la edad de inicio es muy temprana, a los 13 años. Es decir que los chicos están saliendo de la escuela primaria y empiezan a fumar», dijo Verónica Schoj, directora de la Fundación Interamericana del Corazón (FIC) Argentina, que acaba de publicar con otras ONG de 14 países el informe «Niños en la mira de la industria tabacalera».En el estudio se repasan las diez estrategias de marketing para atraer nuevos consumidores en los quioscos. El informe describe cómo la forma de exhibir los productos, entre las golosinas, a la altura de los ojos de los chicos y con diseños coloridos, intenta seducir a un público bien definido. «A los ocho o diez años, que es cuando estas estrategias tienen efecto, los chicos son extremadamente vulnerables», explicó Schoj.un repaso por los relevamientos más recientes del tabaquismo adolescente indica que los chicos empiezan a fumar a los 13 años. Y la última Encuesta Mundial de Tabaquismo en Jóvenes, que es una herramienta del sistema de vigilancia mundial del consumo que utiliza la Organización Mundial de la Salud (OMS), indica que el 24,1% de los mayores de 13 prende un cigarrillo habitualmente.Con esa encuesta, que posee una metodología estandarizada mundialmente, la red de ONG de 14 países de la región trazó un mapa de prevalencia del tabaquismo en los más jóvenes. En nuestro país, los resultados pertenecen a 2012, mientras que en otros son anteriores o llegan a 2014, de acuerdo con la fecha en la que se aplicó la herramienta.Los resultados posicionan a la Argentina en un tercer lugar de consumo adolescente, con un 22,7% de varones y un 25,4% de mujeres fumadores. Ecuador lidera la lista, con un 31,2% de varones y un 26,1% de mujeres que fuman, seguido de Colombia, donde encienden un cigarrillo habitualmente el 27% de las chicos y un 27,8% de las chicas.En Chile es donde más se nota la diferencia de género. Allí fuma el 19,8% de los varones y el 27,8% de las mujeres mayores de 13 años. «Este mapa nos sitúa como países con los jóvenes más fumadores de la región y eso se debe a que hay estrategias de marketing muy agresivas en América latina que incitan el consumo de tabaco desde temprana edad», explicó desde Santiago por teléfono Sonia Covarrubias, la coordinadora de Chile Libre de Tabaco.Esta iniciativa es de la Fundación Educación Popular para la Salud (EPES), una de las 14 ONG que elaboraron el informe. «En mi país -continuó-, tenemos desde hace años tasas muy altas de tabaquismo en los jóvenes. Y aunque en los últimos años bajaron levemente, los valores siguen siendo muy altos.»En la Argentina, las opiniones coinciden. Pero lo hacen con dos características distintivas del resto de los países: la feminización del tabaquismo desde edades muy tempranas y el desplazamiento descendente del consumo en la estructura social de la población.En 2012, cuando el Ministerio de Salud de la Nación hizo la última Encuesta Mundial de Tabaquismo en Jóvenes de la OMS, la diferencia entre el consumo de tabaco femenino y masculino apenas superaba el 10 por ciento. En estos tres años, los relevamientos locales más recientes ya hablan de una diferencia de algo más del doble.»La Argentina está entre los primeros lugares de consumo de productos de tabaco de la región, tanto en los adolescentes como en los adultos, y lo distintivo es que, en ambos grupos, las mujeres fuman más que los varones. En los adolescentes, la diferencia relativa entre el consumo de los varones y las mujeres ya es de alrededor del 25% -explicó Schoj-. Es el futuro número de casos de cáncer de pulmón e infarto, que seguirá creciendo en las mujeres. Si la tendencia se mantiene, sus consecuencias en la salud femenina también seguirán aumentando.»La titular de FIC Argentina señaló, además, que los adolescentes de las escuelas de barrios pobres fuman más que los de las escuelas de barrios más acomodados. «Este desplazamiento del consumo que va de los varones a las mujeres y de ricos a pobres demuestra que se necesitan medidas de salud pública para contrarrestarlo y proteger a los futuros adultos de nuestra sociedad», opinó Schoj.En América latina, más de 370.000 personas mueren por año por las enfermedades cardíacas, respiratorias y oncológicas que causa el tabaquismo, de acuerdo con el nuevo informe regional. «En las mujeres, se suman a estas complicaciones los trastornos del aparato reproductor -informa el Programa Nacional de Control del Tabaco del Ministerio de Salud-. La mayoría de los efectos adversos del tabaquismo es dosis-dependiente, es decir que son peores cuanto más se fuma», aunque instan a que la población sepa que «no hay un nivel de consumo seguro para la salud».


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