Puede un dolor de espalda ser continuo y afectar la movilidad de las personas  en edad productiva? Sí, y esto puede ser por la  espondilitis anquilosante, una enfermedad inflamatoria que ataca las articulaciones y ligamentos cercanos a la columna vertebral, generando dolor y rigidez, que de no tratarse puede ser altamente discapacitante.La espondilitis anquilosante afecta la vida desde las cosas más simples: al vestirse, levantarse de una silla, mirar  por un lado del hombro, hacer ejercicio y toda las otras actividades relacionadas con la vida social y laboral. El reumatólogo Marco Rivera, señaló que un dolor continuo en la parte baja de la espalda por más de tres semanas, lleva al planteamiento de la existencia de actividad inflamatoria.Asimismo, explicó que este tipo de dolor inflamatorio se diferencia del mecánico (el término para las molestias musculares de la espalda causadas por golpes o malas posturas),  por ser más ?insidioso, con inicio leve pero constante, y que suma territorios con el tiempo, es decir, suma otras partes del cuerpo como por ejemplo la planta de los pies o las rodillas?, agregó el galeno.Otra característica de la espondilitis es que puede haber momentos en el que el dolor disminuye o se intensifica, lo que deteriora severamente la movilidad del paciente y amerita cambios en el tratamiento. De acuerdo con el doctor Rivera, la patología se presenta predominante en hombres entre la segunda y tercera década de vida.Contra sí mismoLa espondilitis tiene su origen, como la mayoría de los tipos de artritis, en un cambio en el sistema inmunitario que ataca por error los tejidos sanos del cuerpo. Aún no está definido en su totalidad lo que provoca dicho cambio en las defensas del organismo, pero se ha descubierto que la presencia de ciertos genes que reaccionan ante factores ambientales (como infecciones), aumenta el riesgo de presentar la patología.Para poder diagnosticar la espondilitis, la historia y el examen físico tienen un papel importante, señaló Rivera. Agregó que existen exámenes complementarios sanguíneos para determinar la presencia de inflamación, algunos de ellos son: la velocidad de sedimentación globular (VSG) y la proteína C reactiva (PCR). En casos de mayor definición se puede mandar a realizar una detección de la proteína HLA-B27.?Los estudios de imagen se convierten en un gran respaldo al diagnóstico médico, y entre estos está la ecografía  articular que puede determinar precozmente la presencia de inflamación de los tendones en sus sitios de inserción hasta inflamación en las articulaciones. Otra opción es la resonancia magnética protocolo espondilo, que se enfoca en hallar la inflación en toda la columna vertebral  y las articulaciones sacroilíacas.Comentó Rivera  que si bien la patología no tiene cura, el objetivo de las terapias actuales es reducir la actividad inflamatoria y su daño en las articulaciones casi en su totalidad. ?El objetivo único del tratamiento no es humilde, es buscar la remisión, que no es más que apagar la patología, al punto de no recibir otros medicamentos y la persona se reincorpore 100% a sus actividades cotidianas?, recalcó.          El dolor es un mecanismo de defensa que alerta sobre algún problema, consulte a su médico general o internista en caso de una molestia en la parte baja de la espalda muy intensa o que no cesa con el tiempo, luego de su evaluación lo podrá remitir con un reumatólogo, quien es el especialista para tratar las inflamaciones en las articulaciones. Para conocer más sobre el dolor inflamatorio de espalda: www.noledeslaespalda.com Información: Nota de Prensa


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