Más allá del cabo San Román, en La Macoya, Paraguaná, una construcción se mantiene apenas a flote como un faro sobre terrenos desolados. Un fundo que se establece aproximadamente desde 1795 y que con los años y los vestigios del clima se ha ido cayendo a pedazos. La Torre, como la ha capturado Leo Álvarez, se mantiene firme como un protector que a su vez sobrevive gracias a quienes allí habitan. Su historia sirvió de inspiración para el fotógrafo.La galería TRESy3 inaugura mañana 26 de noviembre la colección del documentalista Leo Álvarez. En su primera exhibición individual en Venezuela, Álvarez presenta esta serie en la que ha trabajado desde el 2003. Capturado por la magia del sitio, sus fotos intentan encontrarse con el realismo mágico en el que consigue las raíces de la identidad venezolana a través de una familia íntimamente ligada a la casa en la que viven. La Torre es una especie de fábula que va entre el retrato y la historia de vida. ?Este trabajo es un reportaje autoral. No es como tal un fotorreportaje porque no está intentando plasmar una realidad sino que es el intento de reflejar lo que percibo de ella de la forma más honesta posible?, cuenta el fotógrafo.?Es un trabajo inconcluso?, admite. La Torre es un punto de corte en el relato de esa vida familiar y todo lo que ha ido ocurriendo como resultado de una relación simbiótica en la que ?la casa existe porque existen ellos?. ?Lo que me interesa es transmitir el lado poético, el silencio interior de cada uno de los personajes que se entregan totalmente a la imagen?.El proceso de Leo Álvarez es un trabajo a largo plazo que el fotógrafo compara con un parto, ?lentísimo pero divino?. Sus fotos, tomadas con película de 35 mm y trabajadas desde el negativo y las sombras, generan una atmósfera mágica, ?incluso misteriosa?, según el curador Ricardo Jiménez.Un total de 30 imágenes contarán la historia de La Torre en la que los personajes se mimetizan con los muros.La TorreGalería TRESy3 Inauguración: 26 de noviembreHora: 7 pm  


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