Al propósito del artículo publicado por el señor Pedro Palma, el día 8 de octubre de 2015, me permito hacer esta reflexión sobe las opciones planteadas. (http://www.el-nacional.com/pedro_palma/Dolarizacion-Venezuela_0_715728533.html).El ilustre economista argumenta sobre las ventajas y desventajas que implicaría un proceso de dolarización en Venezuela. La conclusión para mí es evidente, y es que un proceso de esa índole no solo supone que el Estado perdería el control sobre las políticas cambiarias y que el ciudadano común asalariado, pequeño comerciante o campesino, vería sus ahorros convertidos a la divisa que substituiría al bolívar, a una tasa que debe ser determinada a partir del valor del bolívar frente al dólar o euro; sino que esto significaría un nuevo paradigma para los controles de precios, políticas de exportación y fomento a la producción, cuestiones que deben ser evaluadas en un proceso previo a la dolarización.Ahora, vale la pena preguntarnos si ese proceso es definitivamente necesario para estabilizar la economía del país, o si sería solo un paño de agua caliente que no resolvería los problemas endógenos del venezolano, tales como: la corrupción y los altos costos de los productos de consumo diario. Y es que dolarizar la economía, con un mal administrador, como lo es el gobierno rojo, traería como consecuencia todas las malas predicciones que hace el señor Pedro Palma en su artículo. Es decir, que solo se exportará petróleo, lo que impedirá la entrada de divisas suficientes para cubrir la cantidad de dólares necesarios para sustituir toda la moneda de curso legal por la divisa escogida. Los controles de precios, muy posiblemente, tampoco se extingan, es decir, que las empresas tendrían que vender sus activos para producir, o cerrar sus puertas.Entonces, ponderar sobre una dolarización pasa por ganar las elecciones del 6-D, ya que solo con una administración nueva, que deje abierta la posibilidad de llevar los productos venezolanos al exterior y traer más divisas al país, de manera que existan suficientes dólares para sustituir todos los bolívares emitidos, sin que se deba aplicar una taza de conversión extremadamente alta, es la única forma de que este plan sea viable.El único escenario en que se puede pensar en salvar al bolívar o cambiar a otra divisa es que todos, y con esto quiero ser enfático, TODOS, salgamos a votar el 6-D, para que podamos decidir con criterio y nuevos esquemas administrativos si es conveniente o no dolarizar al país. Primero, debemos votar, debemos salir cada uno puerta a puerta el 6-D a recordarles a nuestros vecinos, amigos y colegas que: su deber es votar, que el voto es secreto y que ninguna UBCH puede obligarle a tomar una opción u otra. Debemos ser la maquinaria electoral más grande nunca vista en Venezuela, y así expresar nuestro descontento con el hecho de que estamos tan mal económicamente que debemos evaluar la conveniencia de dolarizar o luchar por el bolívar.  @axiomanuel


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