Su exótico nombre, Kohinoor, significa «montaña de luz» en persa y es la joya de la corona más famosa (y polémica) de la historia.Durante siglos, el diamante pasó por las manos de príncipes mongoles, guerreros iraníes, gobernantes afganos y marajás de Punjab.La piedra fue hallada en una mina en Golconda, India, y pesaba 186 quilates cuando fue entregada a los británicos en 1849, como resultado de un tratado de castigo tras la guerra anglo-sij.El acuerdo fue firmado por un príncipe sij de 10 años, luego de que su madre fuera enviada a la cárcel.Y ahora el gobierno indio quiere su diamante de regreso.Pero Reino Unido no está por devolver la preciada joya.Valor emocional  La piedra es tan valiosa que, según dijo la reina afgana Wufa Begum en el siglo XVIII, «si un hombre fuerte arrojara cuatro piedras, una al norte, otra hacia el sur, una al este y otra al oeste, y una quita quedara sostenida en el aire, y llenaran con oro el espacio entre ellas, ni tan siquiera todo eso equivaldría su valor».Pero el diamante de corte rosa no impresionó demasiado a los visitantes de la primera exposición universal de la historia, la «Gran Exposición» de Londres de 1851.Tallaron de nuevo la joya, que tomó la forma de óvalo, ganando brillo y perdiendo el 40% de su peso.La gema, reducida a 105 quilates -el tamaño de un huevo de gallina- decora la corona de la fallecida Reina Madre, Isabel Bowes-Lyon de Inglaterra, madre de la actual reina Isabell II, y forma parte de una exposición de las Joyas de la Corona en la Torre de Londres.Pero para muchos indios el diamante pesa mucho más que su valor en quilates: tiene un gran valor emocional, y consideran que su joya fue robada por los británicos.»Ni robado ni usurpado»  El lunes, el procurador general de India, Ranjit Kumar, dijo al Tribunal Supremo que el diamante no había sido «ni robado ni usurpado a la fuerza».Kumar dijo en la audencia que la joya fue un «regalo» de la Compañía Británica de las Indias Orientales por los antiguos gobernantes de Punjab en 1849.Pero, al día siguiente, el ministro de cultura de India dijo en un comunicado que el gobierno «reiteraba su determinación para hacer todo lo posible para traer de vuelta el diamante Kohinoor de una manera amistosa».Las declaraciones de Kumar, que suscitaron gran revuelo en el país asiático, no representan, según la nota del ministerio, el punto de vista del gobierno en este asunto.Y todavía no se ha presentado una propuesta oficial, agregó.La joya de la colonia El caso está siendo auditado por el Tribunal Supremo del India, luego de que una ONG local pidiera la intervención del gobierno para recuperar el diamante.El tribunal dijo que no quiere desestimar la petición, pues podría «interponerse en el camino» de futuros intentos para traer de regreso al país artículos que una vez le pertenecieron.Pero la disputa no es nueva.Tushar Gandhi, el bisnieto del líder independentista Mahatma Gandhi, dijo en 2009 que el diamante debía ser devuelto como una «expiación por el pasado colonial».Sin embargo, varios ministros británicos se negaron a hacerlo.Devolver el diamante sentaría un «precedente inviable», dijo el primer ministro británico David Cameron.»Si decimos sí a uno, nos levantaremos un día y no tendremos nada en el Museo Británico», declaró Cameron durante un viaje al país en 2010.El diamante fue vestido por última vez por la Reina Madre, y exhibido en la corona sobre su féretro tras su muerte en el año 2002. Y ahora puede verse en la exposición.Algunos visitantes indios y pakistaníes silban al pasar por la Torre de Londres; quieren que la joya vuelva al subcontinente, a las que una vez fueron las colonias del imperio británico.Pero, de momento, el diamante Kohinoor seguirá siendo una de las joyas de la corona.


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