La nueva cárcel de Joaquín «El Chapo» Guzmán Loera es la prisión federal peor calificada de México.Desde la madrugada del sábado el principal narcotraficante mexicano se encuentra recluido en el Centro Federal de Readaptación Social (Cefereso) Nº 9 Norte, ubicado en Ciudad Juárez, en el norteño estado de Chihuahua.El líder del cartel de Sinaloa, ahora a un paso de la frontera con Estados Unidos, fue trasladado en un sorpresivo operativo. Guzmán Loera fue capturado en enero tras estar seis meses prófugo luego de escaparse del penal de El Altiplano (Cefereso 1), una cárcel de máxima seguridad situadad 90 kilómetros al oeste de Ciudad de México.Allí, en la que se considera la prisión más segura del país, se encontraba hasta el viernes.Como parte de una estrategia de seguridad que implica la rotación de presos y debido a obras en El Altiplano «El Chapo» fue enviado al Cefereso 9. Esta prisión no ha recibido las mejores calificaciones en el Diagnóstico Nacional de Supervisión Penitenciaria (DNSP) que la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) realizó en 2015.De los 21 Ceferesos evaluados, el de Ciudad Juárez, ubicado a 30 kilómetros de la frontera, obtuvo la calificación más baja: 6,63 sobre un máximo de 10. Foto: GettyAunque registró una mejoría con respecto al informe del año previo (5,53) las autoridades todavía colocan a algunos aspectos de la prisión en semáforo rojo.El informe indica que «es importante prestar atención» a la sobrepoblación y al hacinamiento de los reclusos, entre otras cuestiones.Con una capacidad para 848 personas, el penal alberga a 1.012 internos.La CNDH también encontró «deficiencias en el proceso para la imposición de las sanciones disciplinarias» así como en las condiciones de equipamiento e higiene del área médica.En cambio sí observaron los investigadores una «apropiada atención» en lo que respecta a prevención y atención de incidentes violentos y a la prevención de violaciones a derechos humanos. «Arquitectura muy buena, muy robusta»El gobierno, aunque reconoció este lunes que no es ideal la situación en el Cefereso 9, construido en 2008, defendió la seguridad en torno a Guzmán Loera.La puntuación «no fue la mejor» porque «estaba en proceso de remodelación en algunas áreas», explicó a Imagen Radio Eduardo Guerrero, comisionado del Órgano Administrativo Desconcentrado de Prevención y Readaptación Social de la Secretaría de Gobernación.Foto: Reuters»Tenemos cuatro módulos de alta seguridad que tienen la capacidad para recibirlo a él o a cualquier otro, es un penal con una arquitectura muy buena, muy robusta», señaló Guerrero.El funcionario explicó que el narcotraficante se encuentra bajo un protocolo de vigilancia para criminales de alto impacto.Ello implica una custodia con agentes penitenciarios y perros, además de pases de listas y seguridad electrónica.Guzmán Loera se encuentra en una celda que cuenta con videovigilancia y cámaras que evitan los puntos ciegos, algo que no ocurría en El Altiplano cuando se fugó a través de un túnel en julio pasado.El gobernador de Chihuahua, César Duarte, señaló que se reforzó la seguridad en el perímetro de la cárcel con la presencia de 150 efectivos militares.En marzo de 2014, cinco presos lograron fugarse del Cefereso 9 aunque tres de ellos fueron capturados.El proceso de extradiciónDesde el traslado del capo se ha especulado con que trataba de un paso previo a su extradición a Estados Unidos pero Guerrero desestimó que esto fuera así.»No es un paso a la extradición, esa parte no nos toca definirla a nosotros, simplemente se decidió días atrás que se llevara a cabo el traslado y que el penal de Ciudad Juárez era el adecuado», señaló el funcionario.El Consejo de la Judicatura Federal (CJF) informó este lunes que el viernes un juez federal consideró procedente la extradición lo que da a la Cancillería, una vez que reciba el expediente, 20 días hábiles para tomar una decisión.La defensa del capo ya promovió un amparo para evitar su envío a EE UU por lo que la extradición, de ser aprobada por el Ejecutivo, podría demorarse.Desde el comienzo del proceso en enero el gobierno ha estimado que podría tardarse hasta un año.Uno de los abogados del narcotraficante, Andrés Granados, aseguró que vio a su defendido el domingo y contó que pensaba que lo iban a extraditar.»Estaba desconcertado porque él tenía conocimiento de que había un amparo contra su traslado», afirmó el abogado.»Él no entendía por qué le habían trasladado y le hacían el pase de lista cada cuatro horas», agregó.Granados dijo esperar que el cambio de cárcel no estuviera relacionada con la extradición y estimó que si ya lo habían trasladado de esta forma también podría ser transferido «arbitrariamente» a Estados Unidos.


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