Alimentos altos en grasas y en calorías, comer en abundancia y a deshoras, así como el consumo alcohol, pueden ocasionar dispepsia, uno de los trastornos digestivos más comunes en las consultas de los gastroenterólogos,  al que se puede estar expuesto en la temporada decembrina, cuando se alteran los hábitos alimenticios.El gastroenterólogo César Louis, explicó que la dispepsia es un conjunto de síntomas que se considera tiene su origen en la región gastroduodenal, en la zona superior del abdomen. Algunas de esas manifestaciones son: dolor en la boca del estómago, acidez (que es el ardor en la boca del estómago), eructos, náuseas, vómitos, hipo, llenura después de comer y saciedad temprana.Estos síntomas pueden ser continuos o intermitentes y estar relacionados o no con la acción de comer. El galeno resaltó que a cualquier persona le puede dar dispepsia, sea niño o adulto, esté sana o presente alguna otra afección de salud. ?Se debe ir al médico si los síntomas son muy intensos o cuando persisten por más de tres días?, agregó el profesor de la UCV.Louis mencionó que no se tienen registros nacionales, pero se sabe que es muy frecuente, ?siendo uno de los principales motivos de consulta al gastroenterólogo y médico general.  Extrapolando la dispepsia funcional, la patología está alrededor de 10%-20% de la población?, acotó.Tipos de dispepsiaCuando una persona presenta dispepsia por primera vez o de manera poco frecuente, el médico puede hacer un diagnóstico basado en su observación clínica. Si no se hace un estudio de mayor envergadura, se le llama dispepsia no investigada. En casos más severos la persona puede ser remitida a un gastroenterólogo para una endoscopia digestiva superior o gastroscopia.Cuando se hacen estas exploraciones se habla de dispepsia investigada y puede tener dos subtipos: Dispepsia orgánica, aquella en donde se ve endoscópicamente gastritis, duodenitis, erosiones o úlcera; y la dispepsia funcional, cuando la endoscopia es normal, es decir, ausencia de enfermedades orgánicas.?En algunos casos, si no se atiende a estos pacientes, pudieran evolucionar con síntomas de alarma que se traducirían en una complicación. Por ejemplo, una persona  con epigastralgia importante, náuseas y vómitos que puede acompañarse con sangrado, probablemente originado de una úlcera gástrica o duodenal, que se hizo más profunda y erosionó un vaso sanguíneo?, sostuvo el especialista.            Opciones de tratamientoRefirió el doctor Louis que existen tratamientos farmacológicos para la dispepsia.  El tratamiento suele iniciar con fármacos que evitan la producción de ácido gástrico, entre ellos los inhibidores de bomba de protones, como son el pantoprazol, lansoprazol, omeprazol, rabeprazol y esomeprazol.De este grupo de moléculas, el pantoprazol está entre los que cuentan con más estudios y respaldo. El gastroenterólogo detalló que la ventaja de dicho principio activo, es que su metabolismo es diferente y tiene muy baja tasa de interacción con otros medicamentos, lo que lo hace práctico y eficaz en pacientes polimedicados. ?Cuando la dispepsia funcional es de tipo molestia postprandial, se debe agregar al tratamiento con inhibidores de bomba de protones, medicamentos que ayuden a vaciar el estómago y evitar las náuseas y los vómitos?, concluyó el galeno. Información: Nota de Prensa


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