Una de las mejores declaraciones que Chúo Torrealba dio a los medios últimamente fue cuando le dijo a Maduro y a los chavistas que no tenía tiempo de estar haciendo caso a cuanta idiotez se les ocurriera, pues el tiempo que tenía era para ponerse a trabajar por Venezuela (palabras más, palabras menos).Yo creo que aun cuando se trata del presidente de la república y que siempre hay que prestar atención a lo que diga el jefe del Estado, la cabeza actual del gobierno de Venezuela ha demostrado en demasiadas ocasiones el poco peso de sus palabras, por incongruentes en muchos casos y reveladoras de una crasa ignorancia en otros; por lo tanto, tiene razón Torrealba en que no siempre hay que estar haciéndole caso.Maduro, no obstante, muchas veces no habla por sí mismo, y a eso hay que prestarle atención. Muchas veces pareciera que se atiene a lo que le soplan, especialmente de mentes radicales izquierdosas al estilo de los hermanos Jorge y Delcy Rodríguez, o del vicepresidente Arreaza.Ya se ha explicado varias veces, por ejemplo, el apoyo legal y jurídico con que podría contar una ley de amnistía decretada por la nueva Asamblea Nacional. Y las explicaciones han surgido porque el aparente impulsivo e irreductible Maduro anunció que no aprobaría ninguna ley de amnistía que propusiera la oposición a su gobierno. Al decretar la Asamblea la ley en cuestión, no es Maduro quien la va a desaprobar. La tan mentada Sala Constitucional es la que se encargará de cazar la pelea.Si mal no recuerdo, Maduro aludió a crímenes de lesa humanidad al expresar su rechazo a la ley de amnistía. El artículo 29 de la Constitución indica expresamente que las ?violaciones de derechos humanos y los delitos de lesa humanidad serán investigados y juzgados por los tribunales ordinarios. Dichos delitos quedan excluidos de los beneficios que puedan conllevar su impunidad, incluidos el indulto y la amnistía?. Ahí probablemente se centre la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, al tratar casos como el del ex comisario Simonovis y el del mismo Leopoldo López, acusados ambos por el régimen de cometer crímenes contra los derechos humanos y otros de lesa humanidad.Creo entonces que a Maduro hay que prestarle atención a lo que dice, porque al repetir como loro lo que le dicen sus asesores radicales, va revelando su línea de acción; lo que no hay que hacer es estarle contestando cuanto dice, porque, en efecto, distrae, y a la oposición democrática lo que ahora más le corresponde, porque va a tener con qué, es la acción. En eso, Chúo tiene mucha razón y la gente lo ha aplaudido por ello, al menos por las redes sociales.Otro asunto que destacó en esta última semana fue la divulgación por todos los medios disponibles del programa legislativo de la MUD, un programa equilibrado, que toca los principales problemas que afectan a los venezolanos, y por los cuales votó la mayoría, empezando por el desabastecimiento. A ese respecto, la MUD indica que ?la finalidad es dictar y/o reformar leyes que faciliten la distribución de productos esenciales y reformar o derogar normas que dificultan la circulación de bienes como La Ley de Seguridad Agroalimentaria y la Ley de Precios Justos?.La oposición democrática va a tener que ser muy clara y a la vez pedagógica respecto a las medidas que ya está anunciando que va a aprobar en la Asamblea Nacional. No todo el mundo entiende que una excesiva regulación de precios provoca restricciones en el mercado y contribuye a desincentivar la producción, porque, entre otras cosas, nadie quiere producir y vender a pérdida. En ese sentido, como ya alguien escribió por allí, es mejor hablar de reformas a leyes como esta que de derogatorias, que se prestan a confusiones. En este mismo sentido, la MUD tuvo el tino de incluir entre sus propuestas legislativas la inclusión de una ley de protección al consumidor.?Al promulgase la primera Ley de Precios Justos, se abandonó el sistema de protección al consumidor que existía en leyes anteriores. Actualmente los derechos del consumidor apenas están listados en la Ley de Precios Justos?, publicó la MUD en su página web.Las propuestas legislativas de la oposición democrática incluyen una ley de abastecimiento pleno, una ley marco para el incremento de la productividad, una ley de reversión expropiatoria, ?para que los inversionistas cuyas empresas han sido expropiadas o intervenidas puedan reactivarlas a la brevedad, para lo cual se podrían establecer incentivos fiscales y acuerdos indemnizatorios a mediano plazo?; una Ley de Protección Salarial y Anticipos de Prestaciones Sociales; una Ley de Pensiones Universales No Contributivas, que buscaría un beneficio vitalicio a todas las personas de edad avanzada, incluso a aquellas que por su ocupación o por cualquier circunstancia no hayan contribuido a la seguridad social o lo han hecho parcialmente.La MUD también propone leyes para fortalecer la seguridad ciudadana, que es el segundo problema de mayor gravedad después del económico, que como se señala en el documento divulgado ?es quizás una de las primeras causas del éxodo de talentos y personas jóvenes de todos los estratos sociales?. En esta área, se plantea promover una ley de coordinación policial, para que las policías municipales y estadales se coordinen con la policía nacional; descentralizar la seguridad ciudadana, como lo ordena la Constitución, acercar las policías más a los ciudadanos y dotarles de mayor capacidad operativa, entre otras cosas.Igualmente, se discutirán nuevas leyes de descentralización y asociaciones estratégicas para mejorar los servicios públicos, para el desarrollo de obras públicas, se impulsará el otorgamiento de títulos de propiedad a beneficiarios de la llamada Misión Vivienda y se modificará la ley de arrendamientos, para que mientras se combate el abuso en el aumento de los cánones de renta se permita a los dueños de viviendas salir de los inquilinos morosos y beneficiar a otros que las necesiten.El programa legislativo de la MUD, bien resumido en su página web, habla mucho de la madurez y desarrollo que han tenido las fuerzas opositoras democráticas, en manos de las cuales la ciudadanía ha volcado sus esperanzas y, por lo tanto, les exige que la unidad vaya más allá de lo electoral y que, aun con sus divergencias internas, naturales para todo aquel que desee vivir en democracia, continúen decididos, juntos, a reencontrar la Venezuela que queremos, libre, plural, democrática, inclusiva, solidaria, moderna.


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