Un hombre tose fuerte y acuoso. Dos sillas más abajo una mujer le grita: ?¡Toma sábila!?. Le confiesa que está coleada en ese asiento para ver el espectáculo más de cerca. Es la misma señora que, minutos después y durante casi dos horas, recorrió las escaleras y el pasillo frontal del Aula Magna de la UCV para bailar, con exactos pasos, merengue, guaracha y bolero. Así como ella, un gran número de espectadores bamboleó sus caderas, aplaudió, rió y gritó durante Billo?s Sinfónico, show que ayer revivió épocas bailables y rindió homenaje a Luis María Frómeta Pereira, en el centenario de su nacimiento. Encabezado por la Orquesta Sinfónica de Venezuela, el Orfeón Universitario de la UCV, Memo Morales, Ely Méndez, Fernando ?Chino? Suárez y músicos de la Billo?s Caracas Boys, el espectáculo comenzó con casi una hora de retraso. El Aula Magna aún no se llenaba y el público que sí había llegado puntualmente comenzó a molestarse. Aplausos constantes y sonoras quejas ??¡Qué abuso!?, gritó un hombre desde la décima fila? incrementaron la tensión que fácilmente bajó Wilmer Ramírez cuando apareció para conducir el show. El comediante dijo que quería hacer algunos chistes, pero que no podía porque eran de política. El público emocionado los solicitó. Habló entonces del 6-D. ?Una fecha importante porque estaremos a 19 días del nacimiento de Jesús. ¿Qué creían que iba a decir??, expresó. Y bromeó advirtiendo que si seguía así su próxima presentación sería en el Helicoide. Fue cuando las luces bajaron y una voz en off dio la bienvenida a un vuelo con destino al pasado. El público volaría 30.000 pies sobre las nubes de Calder. Con un video en el que  Frómeta cantaba a su novia Caracas la OSV, dirigida por el maestro Pedro López, continuó el tema. La etapa de boleros la siguió Memo Morales con ?Epa, Isidoro?; luego Fran Strippoli y Dewis Durán. La música se alternó con coreografías, ejecutadas por integrantes de Danza Sin Fronteras. Pero el exceso de elementos en el escenario restó mucho brillo a los bailes. La rumba se armó con éxitos como ?Bella Caracas?, ?El profesor Rui Ra? y ?Ariel?, con la que Chino Suárez emocionó al público. Señoras recorrían los pasillos, parejas se adueñaban de cualquier espacio libre y el señor José Villegas se consagró como el gran bailarín. No hubo mujer que no intentara levantar de su asiento. Los arreglos, realizados por Rucson Yanez, fusionaron de manera inteligente los instrumentos, los músicos y los ritmos. Luego de Mosaico Nº 7 y cantares de Navidad apareció Iliana Capriles con parte de Los Melódicos. La sinfonía ya había dejado la escena y las icónicas orquestas combinaron sus acordes. Todo se convirtió en una fiesta. Adultos, con una maestría casi adolescente, grabaron videos, armaron coreografías y hasta formaron un trencito. No quisieron dejar la sala ni cuando finalizaron ?Los cadetes? y ?Así así?. Ayer la memoria musical se hizo infinita.


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