El joven se aproxima a la caja para pagar un refresco en lata. La mujer parece decirle el precio, el hombre entrega en monedas el importe y cuando la cajera va a darle el vuelto, el delincuente saca de su pantalón un arma y le apunta.  En un principio, la mujer se asusta, pero luego reacciona, intenta sacarle el arma, le golpea con el teclado de la caja registradora y lo sale a correr con un martillo. 


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