Al ensayar con las herramientas que le ofrecen la ciencia y las innovaciones tecnológicas para innovar y crear, el artista ha abierto los ojos a nuevas realidades, adquiriendo una visión holística del mundo e integrándola a su discurso. El arte digital se sitúa en esa encrucijada del arte contemporáneo donde confluyen la tecnología, la reflexión y la creatividad.En París, donde convergen el boulevard periférico y el muelle Ivry (Quai d?Ivry), una monumental instalación artística: Solar Wind, proyecta en las noches la actividad magnética del sol en tiempo real, utilizando como pantalla dos gigantescos silos de 40 metros de altura, visibles desde el río Sena. Se trata de la obra del artista francés Laurent Grasso.Esta obra refleja la actividad solar que escruta y registran a diario el Observatorio del Espacio y el Centro Nacional de Estudios Espaciales de Francia, encargados de prevenir las tormentas geomagnéticas causadas por erupciones en la masa solar que llegan a la tierra 52 horas después de producirse. Estas ondas se conocen como viento solar que causa graves perturbaciones eléctricas en la magnetosfera terrestre. Las tormentas magnéticas duran de 24 a 48 horas, aunque pueden prolongarse varios días.El artista trabajó con los investigadores espaciales, logrando desarrollar un algoritmo capaz de reaccionar a los datos provenientes del cosmos. Los datos recibidos y almacenados, son traducidos según las longitudes de onda, en una gama de 16 millones de tonos de color, para ser proyectados en tiempo real mediante reflectores LED sobre los silos de cemento. El artista, en colaboración con ingenieros ópticos logró diseñar reflectores que emiten una luz coherente, extremadamente potente y de alta definición, visible desde una gran distancia. El trabajo de Laurent Grasso (Premio Marcel Duchamp 2008), unión del arte y la ciencia, será expuesto al público durante diez años. Es una instalación hipnótica para los usuarios del boulevard. El artista busca realizar una representación mental de fenómenos intangibles para el humano. ?Esa inmaterialidad me interesa, ya que los datos que yo manipulo son invisibles: el tiempo, las ondas magnéticas, con ellos, hago alusión a otros marcos espacio-temporales?, expresa el artista.Poder observar en tiempo real las tormentas solares gracias al genio de un artista, es algo que va más allá de la ciencia y el arte, invitándonos a incursionar en terrenos de pastoreo filosófico. Entender que formamos parte de un todo, es lo que llevó a Gilles Deleuze (Mille plateaux, 1980), a afirmar: ?No es que estamos en el mundo, nos volvemos el mundo?.  Somos parte integral de un magnificente cosmos y de un planeta expoliado a diario por nuestra ignorancia y arrogancia.Más allá del alcance estético de la obra, Viento Solar nos recuerda que hay poderosas fuerzas cósmicas que no dominamos, que se encuentran fuera del alcance de nuestros sentidos, que han estado creando y recreando el universo desde la eternidad y hacia la eternidad. [email protected]


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