Hace cuatro años, en medio de una exitosa gira por Norteamérica, Adele tuvo que cancelar algunos conciertos debido a una hemorragia en sus cuerdas vocales, problema que ya había tenido en 2010.Los inconvenientes de salud de la cantante británica tenían como origen el consumo excesivo de cigarros, pues era capaz de fumar hasta 25 al día.El diagnóstico pudo resultar fatal para la carrera de la joven de 27 años, quien tuvo que someterse a una cirugía en las cuerdas vocales para eliminar un pólipo benigno. Tras eso, Adele decidió dejar el tabaco y hoy, finalmente, se puede declarar una «fumadora rehabilitada».»Si hubiera seguido fumando, probablemente hubiera muerto como consecuencia de una enfermedad relacionada al consumo de cigarros, y eso es realmente malo», dijo al diario británico The Mirror.»Si me hubiera muerto de cáncer al pulmón, hubiese sido mi culpa, y eso no es algo de lo que me hubiese sentido orgullosa», explicó la intérprete de «Rolling in the Deep».Actualmente Adele está promocionando su tercer disco de estudio, 25, el cual en sólo una semana se convirtió en el disco más vendido en la historia de Reino Unido. 


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