Los sistemas de seguridad que garantizan las operaciones sin riesgo en las instalaciones de Petróleos de Venezuela fallan continuamente por la falta de mantenimiento, inversión y la drástica reducción del personal operativo, lo que ocasiona accidentes como el del jueves en la refinería de Amuay, estado Falcón.
Iván Freites, directivo de la Federación Única de Trabajadores Petroleros de Venezuela, aseguró que no funcionan los sistemas de seguridad en las pocas plantas y equipos de exploración, producción, refinación y distribución que todavía están operativos.
“El accidente en Amuay ocurrió por un problema con la presión en la planta catalítica productora de gasolina, contingencia que se pudo evitar si el sistema de seguridad hubiese estado en las condiciones establecidas por el protocolo”, destacó el dirigente de la Futpv.
Agregó que entre las 2:00 y 3:00 de la tarde salió una nube amarilla de gases tóxicos para los habitantes de las comunidades y el medio ambiente, porque se trató de emisiones de azufre y otros químicos del catalizador utilizado en el proceso industrial. “También hubo pérdida económica porque son químicos importados”, dijo.
Freites advirtió que las operaciones de la refinería están seriamente comprometidas porque el personal contratado, muchos de ellos de chamba juvenil, no tiene la calificación ni la experticia para atender rápida y eficazmente las emergencias que se puedan presentar en los procesos.
Destacó que por los bajos sueldos (5.200 bolívares soberanos al mes) ha renunciado 90% de los trabajadores con entre 15 y 35 años de servicio que manejan los procesos en Pdvsa, pero el personal de relevo no da la talla.
El sindicalista precisó que 80% de los operadores del complejo de Paraguaná, formado por las refinerías de Amuay y Cardón, se fue contratado por la industria petrolera de Kuwait con salarios de 5.000 dólares mensuales.