Perdidos en Caracas estaban muchos de los manifestantes que el PSUV trasladó desde el interior para que acompañaran a Nicolás Maduro en la movilización del 19 de Abril. Un grupo de los traídos de Cumaná fue a parar a Plaza Venezuela. Los que llegaron al terminal Río Tuy deambulaban por la avenida Universidad con cara de extrañeza. “¿Dónde queda la avenida Bolívar?”, preguntaban. Quienes lograron llegar a este lugar tuvieron que esperar más de tres horas por el presidente.

3:09 pm. Maduro inició su discurso en la avenida Bolívar: “¡Qué jornada tan hermosa, qué jornada tan poderosa estamos viviendo!”. Minutos antes, Carlos José Moreno, de 17 años de edad, había muerto en el quirófano de una clínica en Caracas, víctima de un disparo en la cabeza que recibió de civiles armados, presuntamente progobierno, en la plaza La Estrella de San Bernardino.

“Ellos creen que estamos jugando carritos. Hoy se cumplió la consigna ‘¡si se prende un peo, con Maduro me resteo’!”, dice el presidente a las 3:15 pm. A esa hora usuarios de redes sociales reportaban que Paola Ramírez, de 24 años, caía herida de muerte en la plaza de Las Palomas de San Cristóbal, también de un disparo, también de civiles armados que testigos identificaron con el oficialismo.

Maduro no les dedicó ni un minuto ni una palabra. En cambio reiteró sus amenazas contra el presidente de la Asamblea Nacional: “Julio Borges, eres el responsable de la violencia. Después no te quejes cuando te llegue la justicia”.

Con Elías Jaua, líder de los encapuchados de la UCV de los años 80 parado a su derecha, Maduro informó sobre la captura de “más de 30 encapuchados, violentos, terroristas”, y la emprendió contra otro diputado de la Unidad: “Se capturó a ‘el jefferson’ con armas y explosivos y está cantando. Ha identificado a Richard Blanco como su jefe y financista”. Blanco es parlamentario por Caracas y milita en ABP.

Aunque representantes de la sociedad civil entregaron el lunes al Consejo Moral Republicano una nueva solicitud de calificación de falta grave contra los siete magistrados de la Sala Constitucional del TSJ –y el defensor del pueblo se dio por notificado–, Maduro habló en nombre del organismo: “Ya el presidente del Consejo Moral emitió un pronunciamiento y por lo tanto no hay proceso. Punto. Caso cerrado”.

Tampoco se refirió a las decenas de heridos en la represión que se registraba a unos cuantos kilómetros de la avenida Bolívar, en Bello Monte y en El Paraíso, pero reiteró que quiere elecciones: “Yo quiero ganar esta batalla ya, y que el pueblo se prepare para ganarla con votos. Quiero ir a elecciones pronto. El Poder Electoral tomará sus decisiones sin chantaje”.

Finalmente volvió a referirse al diálogo. Comisionó por cuarta vez a Jorge Rodríguez, Delcy Rodríguez y  Jaua para la tarea: “Les doy todo el poder para convocar en las próximas horas y días a los sectores de la oposición que quieran sentarse a dialogar. Tengo un planteamiento que quiero hacerles”.

No hubo mayores referencias a la fecha que celebra los 207 años del primer grito de independencia. En 1810 el gobernante de turno, Vicente Emparan, le preguntó al pueblo de Caracas si quería que él continuara al frente del poder. La gente gritó “¡no queremos!” y Emparan renunció. En 2017 el gobernante de turno tenía frente a sí a una masa de seguidores –voluntarios unos, obligados otros– que le expresaban su aprobación, mientras en los 23 estados y en la propia capital militares y policías reprimían a cientos de miles de opositores que piden una elección para cambiar el gobierno.


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