Los ejercicios militares con aviones rusos con capacidad para transportar bombas y misiles nucleares que realizará Venezuela en los próximos días son, según el régimen de Maduro, una preparación para la defensa del país vecino ante un eventual ataque armado, con la ejecución de maniobras militares que incluyen vuelos operativos combinados.

«Debemos decir al pueblo de Venezuela y al mundo entero que así como estamos cooperando en diversas áreas de desarrollo para ambos pueblos, también nos estamos preparando para defender a Venezuela hasta el último palmo cuando sea necesario», dijo el ministro de Defensa venezolano, Vladimir Padrino, al recibir a un centenar de pilotos y personal ruso que llegó a Caracas a bordo varias aeronaves militares.

En medio de la aguda crisis política y económica y el cada vez más marcado aislamiento internacional, Maduro obtiene un respiro con el gesto del gobierno ruso de Vladimir Putin, al cual le ha comprado miles de millones de dólares en armamento, entre el que se cuenta una flotilla de aviones Sukhoi Su-30. 

Los bombarderos que llegaron son dos Túpolev Tu-160, un avión de transporte An-124 y un avión de pasajeros Il-62, informó el Ejército ruso en Moscú, sin especificar el motivo del desplazamiento.

El Túpolev 160, también llamado el ‘Cisne blanco’ de Rusia es un bombardero pesado supersónico, el último diseño soviético de bombardero estratégico que tiene como objetivo el ataque con armas convencionales o nucleares.

Dichos aviones entraron en servicio en 1987 y en la actualidad quedan 16. Son resistentes a la radiación nuclear y a pesar de su gran tamaño y peso (54 metros de largo y 55 metros de envergadura y 275 toneladas al despegue) son operados por apenas cuatro personas y pueden volar a una velocidad máxima de 2.220 kilómetros por hora.

Aunque fuentes de la Fuerza Aérea Colombiana han asegurado que el país está alerta, en realidad no se trata de una amenaza directa para la seguridad nacional, y ni siquiera de un mensaje para Colombia. Lo que estaría detrás del sorpresivo envío de los aviones a un ejercicio conjunto es más una señal de Rusia al gobierno de Donald Trump, que siempre ha tenido en su discurso la opción militar para conjurar la crisis venezolana.

El ministro de Defensa Guillermo Botero dijo este martes que frente a estas acciones de Venezuela, el país siempre ha actuado con una prudencia a toda prueba y que no es un país provocador, ni provoca, ni deja que lo provoquen. 

Colombia cuenta con el claro respaldo militar de Washington, como lo han señalado en varias oportunidades altos funcionarios de la administración Trump. De allí que, a pesar de que la inversión en equipos de defensa estratégica como las baterías de misiles antiaéreos, es considerada una necesidad, al menos en el corto plazo, la inversión se va a concentrar en combatir las amenazas internas: bandas criminales, Eln y disidencias de Farc.

No es la primera vez que uno de estos aviones supersónicos aparece en el vecindario. En el 2013, uno de estos bombarderos rusos realizó un vuelo en el que entró en el espacio aéreo colombiano, junto con dos aviones caza de largo alcance MiG-31, cuando realizaba operaciones navales y aéreas con Nicaragua.

Aviones Kfir, de la Fuerza Aérea Colombiana, intentaron interceptarlos e incluso alcanzaron a filmarlos por las cámaras de los sistemas de tiro, pero a los pocos minutos el Tu-160 rusos dejaron el espacio aéreo colombiano, encendiendo los motores de post combustión para aumentar su velocidad.

Hay que recordar que en esos momentos Colombia mantenía unas relaciones tensas con Nicaragua y Venezuela.

En esta oportunidad, ninguna autoridad colombiana se ha pronunciado por la presencia de los aviones de guerra rusos y no hay recientemente motivos por lo que se pudiera pensar en que la presencia de las aeronaves rusas tengan un fin belicista.

Incluso Padrino advirtió este lunes: »que nadie en el mundo tema por la presencia de estos aviones logísticos cazabombarderos estratégicos que han pisado
territorio venezolano, nosotros somos constructores de la paz y no de la guerra».

Estados Unidos sí reaccionó

Desde Estados Unidos se criticó la presencia en Venezuela de dos aviones que tienen capacidad para acarrear armas nucleares.

«Rusia envía bombarderos a Venezuela y nosotros, un buque hospital», dijo el portavoz del Departamento de Defensa, coronel Robert Manning.

Durante una rueda de prensa en el Pentágono, Manning se refería al USNS Comfort que zarpó a mediados de octubre hacia Centroamérica y Sudamérica con la misión de ofrecer ayuda humanitaria a refugiados venezolanos.

«Lo más importante es que nosotros estamos del lado del pueblo de Venezuela en un momento de necesidad», dijo.

Más tarde este lunes, el secretario de Estado, Mike Pompeo dijo a través de la red social Twitter que “Rusos y venezolanos deben ver esto como lo que es: dos gobiernos corruptos despilfarrando fondos públicos y aplastando la libertad mientras sus pueblos sufren”.

Padrino dijo que Rusia ha vendido a Venezuela cientos de millones de dólares en equipamiento militar en los últimos años e insistió en que otros países de la región han creado «desequilibrios políticos y militares» frente a los cuales el gobierno venezolano no puede quedarse cruzado de brazos, en alusión a Colombia, a la que acusa de albergar bases militares estadounidenses. 

El domingo, Maduro denunció que Washington -que lo tacha de «dictador»- puso en marcha un plan para derrocarlo con apoyo de Colombia.

«Hoy está en marcha, y lo coordinan directamente desde la Casa Blanca, un intento por perturbar la vida democrática de Venezuela» con «un golpe de Estado», sostuvo el mandatario, quien asegura haber sido blanco de un atentado con drones el pasado 4 de agosto, tramado por la oposición y los gobiernos de Colombia y Estados Unidos.


El periodismo independiente necesita del apoyo de sus lectores para continuar y garantizar que las noticias incómodas que no quieren que leas, sigan estando a tu alcance. ¡Hoy, con tu apoyo, seguiremos trabajando arduamente por un periodismo libre de censuras!