El gobierno de Puerto Rico invirtió 180.000 dólares en el traslado de 250 toneladas de ayuda humanitaria para Venezuela que salieron de la isla la semana pasada en una barcaza, sin que aún se tenga certeza que de que llegará a su destino.

Pese a que se reintegró ayer a sus labores, el secretario de Estado, Luis Gerardo Rivera Marín, no estuvo disponible para entrevista.

Sin embargo, la portavoz de prensa del Departamento de Estado, Ana Santos, explicó que aunque el contrato con la empresa EZ Shipping estipulaba el pago de 211.000 dólares por llevar la carga en la embarcación Midnight Stone, la encomienda costó 180.000 dólares.

“Me aclaran que solo se pagó 180.000 dólares porque de esa cantidad (los $ 211.000), el contratista pagó contribuciones”, afirmó Santos.

La funcionaria reiteró que el gobierno no tuvo que incurrir en pagos adicionales por demoras. El contrato estipulaba que si el cargamento no llegaba en o antes del 23 de febrero a su destino, se pagarían 25.000 dólares diarios.

“No se llegó a pagar nada de eso”, sostuvo Santos.

Ayer, el diario Curazao Chronicle dio a conocer que el gobierno determinó que no enviarían más ayuda a Venezuela, si no la pueden llevar “sin la resistencia de ese país”.

Ese mismo medio reseñó que los barcos Midnight Stone y Seven Seas, ambos con ayuda humanitaria para Venezuela, permanecían ayer anclados en Curazao tras no llegar a la costa venezolana.

La información sobre los dos barcos anclados también fue reseñada por la agencia de noticias Efe y difundida en varios rotativos latinoamericanos.

El domingo, el Departamento de Estado anunció que el cargamento con ayuda recogida en Puerto Rico arribó a Curazao.

El secretario de Asuntos Públicos de La Fortalza, Anthony Maceira, había dicho que la ayuda quedaría resguardada en Curazao bajo la responsabilidad del líder de la oposición venezolana, Juan Guaidó.

Maceira ayer refirió cualquier pregunta sobre este tema al Departamento de Estado.

Pero esta agencia no tenían información sobre la determinación del gobierno curazoleño. “No hay nada oficial del gobierno de Curazao”, respondió Santos cuando El Nuevo Día pidió una reacción.

Durante el fin de semana fue imposible la entrada de ayuda humanitaria a Venezuela. La oposición política pretendía llevar la ayuda en camiones a suelo venezolano, pero fueron detenidos por militares fieles al presidente Nicolás Maduro.

Los enfrentamientos dejaron cuatro personas muertas y más de 300 lesionadas.

Ayer, el vicepresidente de los Estados Unidos, Mike Pence, llegó a Bogotá, Colombia.

Desde allí, urgió a sus aliados regionales a congelar los activos petroleros controlados por Maduro, transferir los ingresos a Guaidó y restringir las visas para el círculo interno de Maduro.


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