No estar de acuerdo con la relación amorosa que su hija tenía con un joven supremacista homofóbico les costó la vida a los esposos Fricker. Tres días antes de Navidad, en un vecindario de Virginia, Estados Unidos, el sonido de disparos desde la casa de la familia de la menor alarmó a los vecinos. La policía confirmó la muerte de los padres de la adolescente de 16 años y un intento de suicidio de su enamorado de 17.

Scott Fricker (48 años) y su esposa Buckley Kuhn-Fricker (43 años) estaban convencidos de que el joven neonazi era una mala influencia para su hija. Por ello la obligaron a romper la relación. Los temores de un supuesto adoctrinamiento por parte del novio de la menor empezaron con un comentario de ella en la mesa.

«¿Sabías que los judíos son, en parte, culpables de la Segunda Guerra Mundial?», comentó la menor frente a sus padres.

Los padres decidieron investigar al joven que frecuentaba su hija y descubrieron comentarios homofóbicos, supremacistas y neonazis en su cuenta de Facebook.

«No podemos permitir que vea a alguien relacionado con los nazis», dijo la mamá según recuerda un amigo de la familia que prefirió el anonimato.

De acuerdo con el New York Times, Buckley Kuhn-Fricker, mamá de la menor, tenía un título en leyes de la Universidad de Denver y dirigía una organización que velaba por el cuidado de personas mayores. Se caracterizaba por su filantropía y por defender los derechos de las personas vulnerables.

Los padres de la menor llegaron a advertir a través de un correo electrónico al colegio sobre las peligrosas conductas del menor. La familia tomó capturas de las publicaciones del menor junto a la esvástica y el alto contenido homofóbico y racista de sus publicaciones.

«Me sentiría mal reportándolo si sus publicaciones online fueran de un adolescente normal, pero es un monstruo, y no tengo pena por gente así. Él hizo estas elecciones. Él está esparciendo odio», señaló la pareja en el correo.

La insistencia de los padres hacia la menor por terminar esa relación amorosa fue tan grande que la joven terminó por aceptarla y se alejó del estudiante neonazi, o al menos eso creían ellos.

El día de la muerte de la pareja, la madre de la menor mandó un mensaje a la progenitora del joven neonazi, con copia a un amigo de la familia, que advertía: «[El novio] está entrando furtivamente a nuestra casa por las noches… y es un neonazi».

Por otro lado, esa misma noche, la hija de la pareja publicó una cita famosa comúnmente atribuida al filósofo y estadista irlandés Edmund Burke: «Lo único necesario para el triunfo del mal es que los hombres buenos no hagan nada».

La noche transcurrió y a las 5:00 a.m., el padre de la menor encontró en la habitación de su hija al joven neonazi junto a ella. En medio de gritos, el padre le exigía al menor que se retire de su hogar. El joven sacó un arma y disparó a quemarropa a la pareja. Ya en shock, según explican las autoridades, el joven habría intentado quitarse la vida con un disparo en la cabeza, pero sobrevivió. Se encuentra en cuidados intensivos en una situación de vida o muerte.

Amigos y familiares aún no pueden asimilar la muerte de la pareja y se preguntan si el resurgimiento de los grupos supremacistas tiene algo que ver con la actitud del joven asesino. 


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