Solo cinco países del mundo reconocen oficialmente a Osetia del Sur, antiguo territorio soviético de Asia Central cuyo presidente, Anatoly Ilich Bibilov, llegó a Caracas para la investidura presidencial de Nicolás Maduro, quien asume un mandato presidencial desconocido por la mayoría de la comunidad internacional.

Venezuela fue el tercer país en reconocer de Osetia, un año después de Rusia y Nicaragua. En 2009, Hugo Chávez durante un encuentro en Moscú con su par ruso Dmitri Medvedev, declaró que a partir de ese día reconocía la independencia de Abjasia y Osetia del Sur.

El desconocido país es una parte de Georgia que declaró unilateralmente su independencia en 1991, después del desmembramiento de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS).

Ubicado en el Cáucaso entre Rusia y Georgia, Osetia es un territorio montañoso de aproximadamente 3900 kilómetros cuadrados que no tiene acceso al mar.

Las sucesivas guerras entre Georgia y Osetia del Sur alteraron la composición étnica y el número de sus habitantes. Antes de la llamada «guerra de Osetia del Sur» en 2008, entre fuerzas militares georgianas y fuerzas de paz rusas, desplegadas en la zona junto con fuerzas osetias, aproximadamente dos tercios de la población eran osetios y entre 25 y 30% eran georgianos. La situación demográfica actual es difícil de estimar, pero antes de la guerra, la población total era de aproximadamente 72.000 personas.

Después de esa intervención militar en 2008, Rusia reconoció a Osetia del Sur y Abjasia como estados independientes, según la versión de Moscú para garantizar su seguridad y según Georgia y sus aliados occidentales para extender sus fronteras a costa de anexar de facto territorios históricamente georgianos.

La intención final del movimiento separatista de Osetia es su anexión a Rusia, como muestra un referendo donde 99% de los osetios del sur, según los resultados oficiales, aprobó esa decisión.

Las relaciones entre Rusia y Osetia del Sur son estrechas y los dos países mostraron su apoyo al controvertido a Maduro, que la mayoría de la comunidad internacional califica como «ilegítimo». Rusia ratificó su apoyo a Venezuela en un viaje al país de Vladimir Putin el diciembre pasado, que incrementó las tensiones entre Washington y Moscú.


El periodismo independiente necesita del apoyo de sus lectores para continuar y garantizar que las noticias incómodas que no quieren que leas, sigan estando a tu alcance. ¡Hoy, con tu apoyo, seguiremos trabajando arduamente por un periodismo libre de censuras!