Andrés, un adolescente de 16 años, prefirió lanzarse del séptimo piso de un edificio antes que regresar a Venezuela, su tierra natal, y volver a vivir la crisis que atraviesa su país, del que huyó con su madre en agosto del año pasado.

El joven eligió morir un día antes del viaje que sería por tierra, desde Medellín hasta la frontera con el vecino país. Así lo relató a diario EL TIEMPO su madre, Ninoska García, quien una semana antes le dijo a su hijo que ella estaba sin trabajo y no podrían quedarse más en La Estrella (sur del valle de Aburrá), municipio cercano a la capital antioqueña. 

Migración Colombia le notificó a la mujer que marcara salida para no quedarse de forma ilegal en el país, tras estar como turista por tres meses y pedir una prórroga que se venció. 

Ninoska describió  que «mi hijo tenía autismo y cuando le conté que tendríamos que regresar a Venezuela, entró en crisis y en depresión total».

Ella sobrevive como ayudante en un puesto de perros calientes en las calles de Medellín, mientras que su hijo estaba desescolarizado y recibía ayuda psicológica en la alcaldía de La Estrella.

El alcalde de ese municipio, Jhonny Alexander García, detalló que a principio de año, la madre del menor buscó ayuda psicológica para su hijo y que los profesionales del municipio lo atendían varias veces a la semana.

“Los psicólogos descubrieron que tenía muchas dificultades para asociarse con adolescentes de su edad, le diagnosticaron síndrome de Asperger, una forma de autismo”, detalló.

El mandatario local, además, precisó que la madre y el adolescente viajarían a Venezuela el sábado 8 de abril y que el viernes, Andrés tomó la decisión de quitarse la vida.

“Tras la gravedad de sus heridas y traumas fuertes, estuvo 10 días en la Unidad de Cuidados Intensivos de la Clínica de Antioquia, pero los médicos decidieron desconectarlo porque su situación crítica era irreversible”, agregó el alcalde.

Ninoska donó los órganos de su hijo.  Por falta de recursos y para respetar la voluntad de él de no regresar a Venezuela, ella decidió no repatriarlo.

La alcaldía de la Estrella  le dio el ataúd y asumió los gastos del entierro. “Les ayudamos con el sepelio porque la mamá no tenía recursos, pero si ella cambia de opinión sobre repatriar el cuerpo, la Gobernación deberá ayudar a asumir los gastos», dijo el Alcalde. 

En los próximos días ella viajará a Venezuela, también contra su voluntad.  Ninosca guarda la esperanza de volver al país con un trabajo estable para quedarse legalmente y poder llevarle flores a su hijo. 

Este sábado en el Parque de El Poblado de Medellín, los venezolanos refugiados en el valle de Aburrá harán una protesta en contra del Gobierno de Nicolás Maduro y le enviarán un mensaje a sus hermanos, que luchan por el cambio de su país. Asimismo, recordarán a Andrés.


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