Sin los votos del Frente Amplio, la Cámara de Diputados aprobó ayer la interpelación al canciller Rodolfo Nin Novoa por el posicionamiento asumido frente a la crisis en Venezuela. La izquierda teme que se promueva una censura política y que el ministro quede «en la cuerda floja».

El pedido de llamado a sala se hizo el mismo día en que el gobierno de Venezuela cuestionó a Uruguay, y a otros 10 países, por manifestar en un comunicado «su pesar por la muerte de seis ciudadanos en las jornadas de movilizaciones en Venezuela» y realizar un llamado a «garantizar el derecho a la manifestación pacífica».

«Venezuela rechaza la grosera injerencia de Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Honduras, México, Paraguay, Perú y Uruguay», escribió en Twitter la canciller venezolana Delcy Rodríguez. Esta no es la primera vez que Uruguay se aparta del gobierno de Nicolás Maduro después de 12 años de amistad. Hace un mes, junto a otros 13 países, el gobierno del presidente Tabaré Vázquez reclamó la liberación de los presos políticos.

Pero no hay dudas de que el hecho más significativo del divorcio con el país caribeño fue el pedido de disculpas público que exigió Vázquez a Maduro por haber acusado a Nin Novoa de coordinar la política exterior con Estados Unidos.

Para el diputado colorado Ope Pasquet —encargado de pedir la interpelación del canciller— Uruguay «ha ido cambiando» y «mejorando la posición con respecto a Venezuela» desde la entrevista de Vázquez con la Deutsche Welle en Alemania, cuando dijo que en el país caribeño había democracia porque estaban funcionando los tres poderes.

Sin embargo, el legislador pretende saber hoy cuál es exactamente la línea del gobierno y si se piensa votar en el seno de la Organización de Estados Americanos (OEA) o el Mercosur la aplicación de la cláusula democrática. «Espero que nos diga que el Poder Ejecutivo se ha convencido de que estamos ante una dictadura con parches pseudo democráticos y que no pretenda convencernos de que estamos ante una democracia con problemas», señaló Pasquet.

El legislador afirmó a El País que «no quiere adelantarse», pero una posibilidad que no descarta es el pedido de censura a Nin Novoa. «No tenemos ninguna animadversión contra el ministro; todo lo contrario. Lo sabemos un demócrata a carta cabal, pero no queremos aventurar a dar el respaldo antes de escucharlo», dijo Pasquet.

La moción presentada por Pasquet para interpelar a Nin Novoa se aprobó ayer en la Cámara de Diputados por 44 votos en 81. El coordinador de la bancada del Frente Amplio, Jorge Pozzi, dejó constancia que no se apoyó el llamado y advirtió que «poco ayuda interpelar un ministro y colocarlo en la cuerda floja a la búsqueda de una salida en Venezuela».

Consultado por El País, Pozzi dijo que el instrumento de la interpelación «es válido», pero opinó que «debe ser usado con mucha responsabilidad».

El coordinador de la bancada oficialista reconoció que preocupa el posible pedido de censura al Nin Novoa. «Nos preocupa que se puede llegar a una situación política compleja, en un momento en que un ministro no quede con respaldo parlamentario. Ahora la oposición puede construir mayoría parlamentaria más que nosotros a veces y es una responsabilidad compartida la que tenemos», afirmó Pozzi.

La censura de un ministro está consagrado en el artículo 147 de la Constitución, el cual establece que se podrá juzgar la gestión proponiendo que la Asamblea General la declare. Si los legisladores alcanzan los dos tercios de votos, la administración del ministro es desaprobada y deberá presentar su renuncia.

Sin apoyos

El llamado a sala de Nin Novoa llega en un momento complejo para el Frente Amplio que tras el alejamiento de Gonzalo Mujica se quedó sin las mayorías en la Cámara Baja.

A eso se suma el hecho de que el canciller está cuestionado a la interna de la coalición por la posición asumida respecto a Venezuela y Siria, al no condenar el bombardeo de Estados Unidos a ese país.

El ministro fue criticado por el Partido Comunista, el Movimiento de Participación Popular (MPP) y legisladores del Partido Socialista que están en desacuerdo con el rumbo que viene tomando la política exterior uruguaya. Fuentes de la coalición dijeron que la interpelación se prestará al «circo político», porque actualmente el ministro tiene mayor respaldo en la oposición que en el propio oficialismo.

Lista 2121 pidió que liberen a periodista.

Asamblea Uruguay apoyó un planteo de la diputada Bertha Sanseverino de sumarse al reclamo internacional por la liberación del periodista Sebastián Pérez Pezzani, detenido en Venezuela desde el 11 de abril junto al fotógrafo francés Didier Barral, ambos trabajadores de la agencia CAPA. En tanto, el canciller Rodolfo Nin Novoa se contactó con la familia del periodista para tratar de interceder y lograr su liberación, señalaron a El País fuentes políticas.

Sanseverino señaló a El País que Pérez es «un periodista muy intrépido» y «ha hecho su trabajo muy respetuosamente». «Él es muy ético y si estaba en Venezuela iba a ser un trabajo serio», afirmó Sanseverino.

El planteo fue realizado ayer en la bancada de la lista 2121, donde la diputada encontró respaldos. «Estuvimos hablando con mis compañeros de Asamblea Uruguay y estamos en total acuerdo, porque yo tengo un gran conocimiento de Sebastián, porque estuve exiliada con él desde 1975 a 1985», afirmó la legisladora que tiene pensado hacer el mismo planteo en la bancada del Frente Amplio.

Por su parte, el senador Rafael Michelini (Nuevo Espacio) manifestó también su preocupación «por la detención injustificada» del periodista uruguayo en Venezuela. «Exigimos garantías para él y sus compañeros de labor», reclamó el legislador en su cuenta de Twitter.

En la misma línea, se expresó la Asociación de la Prensa Uruguaya (APU) que pidió aclarar los motivos por los cuales fueron privados de libertad el periodista y el fotógrafo francés Didier Barral. «Si estos trabajadores fueron encarcelados por realizar una cobertura periodística exigimos su liberación», señala el sindicato en un comunicado.


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