¿Pueden las políticas para limitar el calentamiento global ayudar a que disminuya la incidencia de casos de dengue en América Latina? Un estudio publicado por un grupo de investigadores del Reino Unido asegura que sí.

El análisis divulgado por la revista de la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos (PNAS) estima que de no tomar acciones contra el cambio climático, la temperatura de la Tierra podría llegar en las próximas décadas a los 3.7 °C.

Bajo este escenario, América Latina registraría una media de 11.8 millones de casos de dengue anuales entre 2040 y 2069, mientras que la cifra se elevaría a 12.1 millones para el período comprendido entre 2086 y 2115.

Sin embargo, el impacto se lograría reducir en hasta 2.8 millones de casos si se limita el calentamiento global a 2 °C para finales de siglo, y en 3.3 millones si se restringe a 1.5 °C.

Las proyecciones realizadas por los investigadores muestran que probablemente el cambio climático amplifique en América Latina el riesgo de enfermedades transmitidas por mosquitos como el Aedes aegypti; entre ellas, zika y chinkungunya.

Esto debido a que podría alargar su área de reproducción, lo que ocasionaría a su vez que más personas resulten infectadas.

En ese caso, el sur de México, el Caribe, el norte de Ecuador, Colombia, Venezuela y la costa de Brasil se verían más afectados por los aumentos en los casos de dengue.

Empero, si se logra limitar el calentamiento a 1.5 °C, Brasil será la nación más beneficiada con hasta medio millón de infecciones evitadas por año en la década de 2050 y 1.4 millones de casos menos anuales para 2100.

Acuerdo de París

Los parámetros de temperatura, utilizados por los científicos, son justamente los que plantea el Acuerdo de París en su artículo 2.

“Mantener el aumento de la temperatura media mundial muy por debajo de 2 °C con respecto a los niveles preindustriales, y proseguir los esfuerzos para limitar ese aumento de la temperatura a 1.5 °C con respecto a los niveles preindustriales, reconociendo que ello reduciría considerablemente los riesgos y los efectos del cambio climático”, señala el documento.

El pacto internacional establece medidas a escala global para la reducción de las emisiones de gases contaminantes de efecto invernadero a la atmósfera, y está destinado a sustituir en 2020 al Protocolo de Kioto.

La investigación se realizó a partir de una base de datos compuesta por información de casos de dengue registrados entre 1961 y 1990 en Brasil, Colombia y México.

Esta información fue cruzada con los patrones climáticos y de transmisión de la enfermedad en ese período para posteriormente contrastar los resultados obtenidos con las proyecciones de cambios climáticos futuros generados a partir de los tres escenarios de aumento de temperatura global: 1.5 °C, 2 °C y 3.7 °C.

Además, existen otros factores que influyen. Las proyecciones planteadas por la investigación también dependen de otros factores que no fueron tomados en consideración pero que fácilmente pueden influenciar el incremento o la disminución de los casos de dengue.

Entre ellos se menciona, por ejemplo, el despliegue masivo de una vacuna que reduzca el riesgo de infección, los procesos de urbanización, el movimiento internacional de personas y bienes, y el desarrollo socioeconómico.


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