El drama de no poder dar a luz a sus bebés en condiciones seguras. El pánico ante la imposibilidad de acceder a un tratamiento. El deseo de que sus hijos sean vacunados. La falta de acceso a medicamentos. Estas situaciones llevan a ciudadanos venezolanos a buscar en Colombia que se garantice su derecho fundamental a la salud. Muchos de ellos llegan a Medellín.

Las enfermedades son de alto costo y muchos ingresan en condiciones críticas. Así lo explicó Toni Vitola, vicepresidente de la colonia de venezolanos en Colombia, quien añadió que entran con hipertensión, diabetes, cáncer y VIH, entre otras patologías graves. También, hay casos de niños con cuadros de desnutrición y  cierta cantidad de mujeres embarazadas. 

A eso se suma que la mayoría ingresa a la ciudad de manera irregular, lo que les quita la posibilidad de afiliarse al sistema de salud, ya sea en el régimen subsidiado, por medio del Sisbén, o en el contributivo, tras un vínculo laboral. Sin embargo, aun sin una EPS que los acredite, en Medellín reciben la atención requerida cuando su vida está en riesgo. 

“El gobierno nacional dijo que se les debe garantizar la atención cuando son condiciones de urgencia, que es lo que se está haciendo acá en entidades como Metrosalud o el Hospital General de Medellín”, manifestó Vitola.

La Personería de Medellín informó que en la ciudad hay alrededor de 14.353 ciudadanos venezolanos en forma irregular, muchos de los cuales son embarazadas o personas con enfermedades ruinosas, catastróficas.

Del otro lado de la moneda están las clínicas y hospitales que tienen la incertidumbre sobre quién asumirá los costos de la atención de los ciudadanos venezolanos que no son regulares. 

Especialmente en la red pública, conformada por Metrosalud, el Hospital General de Medellín y el Hospital Infantil Concejo de Medellín, asumen la mayor carga, con una premisa humanitaria de no negar el servicio. 

En las tres instituciones, el costo por atención a venezolanos entre enero y abril de este año ya está casi igualando el de los 12 meses de 2018. En el caso de Metrosalud, los ciudadanos irregulares tienen garantizada la atención inicial de urgencias y los servicios que de esta se deriven. 

Asimismo, se atiende a las maternas con control prenatal en el primer nivel de atención, a cargo del municipio de Medellín, pues con alto riesgo obstétrico es la Secretaria de Salud de Antioquia la que autoriza las atenciones. También se vacuna a menores de edad.

El Hospital Infantil atendió desde enero de 2018 hasta la fecha a 194 niños de origen venezolano, de los cuales 74 fueron remitidos por la Secretaría de Salud de Antioquia y 49 por la EPS Savia Salud, del régimen subsidiado. 

Los otros acudieron de forma particular o, en menor medida, por otras EPS. Los motivos de consulta más frecuentes son asma, bronquiolitis aguda, fiebre, infecciones urinarias y neumonía bacteriana.

Los pacientes más graves llegan al Hospital General de Medellín, el único centro asistencial público de alta complejidad de la ciudad. Según Jesús Eugenio Bustamante, gerente de la entidad, los pacientes venezolanos no regularizados llegan con enfermedades en estado tan avanzado que casi todos requieren hospitalización. 

“Llegan con VIH, cáncer, enfermedades cardiovasculares y degenerativas. Cuando entran a urgencias están muy graves. Hay algunos que llevan varios días sin diálisis o hay pacientes con cáncer y diabetes que ingresan muy descompensados”, indicó el funcionario. 

La mayoría de venezolanos atendidos en el Hospital General de Medellín se ubica entre los 16 y los 35 años de edad, en 75% de los casos, mientras que los niños entre 1 y 15 años corresponden 11%. La población mayor de 51 años de edad es muy poca allí.

Bustamante añadió que la misión humanitaria y de responsabilidad social de la institución es la razón por la cual se atiende a los venezolanos, aun cuando no tienen afiliación a una EPS, pero esto es un asunto que le preocupa, por lo cual ha enviado misivas al Ministerio de Salud, a la Dirección Seccional de Salud de Antioquia, a la Superintendencia y a otras entidades para que busquen soluciones efectivas que permitan que la crisis de los hospitales públicos no aumente. 

Y es que la cartera de este hospital asciende a 393.000 millones de pesos, por lo cual un incremento de deuda sin doliente lo perjudicaría mucho.

Al respecto, Vitola expresó que es importante una mayor efectividad en la gestión de recursos de la comunidad internacional, que es la solución más factible para garantizar la salud de los venezolanos irregulares.

Crece la atención de partos
Datos de la Secretaría de Salud de Antioquia indican que algunas veces se presentan barreras de acceso para los venezolanos que no están regularizados porque las IPS exigen una autorización, de nivel municipal o departamental, para garantizar el servicio. Pero también indicó que la demora en pagos puede afectar más el estado financiero de los hospitales públicos.

Entretanto, la Personería de Medellín informó que entre 2017 y 2019 ha ayudado a ciudadanos venezolanos a elaborar 141 acciones de tutela y 24 derechos de petición. 

La dependencia agregó que las acciones de tutela hacen en su mayoría referencia a enfermedades ruinosas catastróficas y de alto costo, como VIH, cáncer, enfermedades renales crónicas, Epoc y atención a madres gestantes y a neonatos. 

Otra de las atenciones a venezolanos que priman en la red pública de la ciudad son los partos. En Metrosalud, 30% de los nacimientos corresponde a niños de madres venezolanas. En este lugar se atienden los de baja complejidad. En el caso del Hospital General de Medellín, los partos atendidos a venezolanas no regulares, entre enero de 2018 y abril de 2019, ascienden a 422.

«Cuando entran a urgencias están muy graves. Hay algunos que llevan varios días sin diálisis o hay pacientes con cáncer y diabetes que ingresan muy descompensados».

Allí, explicó Bustamante, son atendidos los de alta complejidad, los de mayor riesgo de complicaciones para la madre o el hijo. A esto se suma que muchas de estas mujeres llegaron a Medellín sin los controles y supervisión adecuados para el periodo gestacional, lo cual genera más peligro.

El reporte del Hospital General de Medellín también da cuenta de que para los recién nacidos se presentan barreras para obtener un registro civil de nacimiento, puesto que las madres no se han regularizado. 

Vitola explicó que es sabido que muchas mujeres embarazadas salen de Venezuela ante la imposibilidad de tener a sus hijos en condiciones seguras. 


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