Desde hace dos meses, cuando Nicolás Maduro ordenó el 23 de febrero el cierre fronterizo de los tres puentes internacionales del Norte de Santander, los sectores productivos de Cúcuta y su área metropolitana naufragaron en un abismo económico, del que poco a poco se han recuperado.
Sectores como el de los supermercados, el intercambio de divisas y el transporte de carga experimentaron una merma en sus ventas, que no se había visto desde el bloqueo limítrofe del año 2016.
No obstante, otros renglones empresariales, como el sector automotor, la venta de gasolina y de algunos electrodomésticos, como es el caso de las plantas generadoras de energía eléctrica a base de diésel, han reportado un ritmo que va en alza y que, incluso, arroja cifras positivas.
De acuerdo con la Federación Nacional de Comerciantes, Fenalco, la matrícula de vehículos y la venta de automotores se incrementó en el mes de marzo 37%, en comparación con el mismo período del año anterior.
Un total de 475 placas se registraron en la ciudad, mientras que 1.467 automóviles fueron adquiridos por los cucuteños. El año pasado apenas se inscribieron 185 placas y se compraron 572 unidades.
“A medida que se deteriora la situación en Venezuela, algunos sectores tienen un mayor nivel de crisis, ciudadanos extranjeros buscan en la ciudad proveer esos productos, como pasa en los alimentos. Independientemente del cierre de frontera, hay una demanda que se mantendrá ahí, hasta que no haya un cambio de las condiciones políticas y económicas”, precisó Carlos Luna, director de la Cámara de Comercio de Cúcuta.
El dirigente gremial aseveró que este ritmo económico también se percibe en un perímetro de la ciudad fronteriza, sobre la avenida Séptima con Diagonal Santander, donde seis locales de ventas de maquinaria agrícola permanecen repletos de migrantes que cruzan la frontera y acuden hasta allí para comprar plantas generadoras de energía eléctrica a base de diésel.
Uno de estos negocios, que solía comercializar mensualmente entre 25 y 30 máquinas de este tipo, en un día alcanzó a vender cerca de 200.
“Circunstancias muy coyunturales, como la crisis energética, ha generado una mayor adquisición de estos generadores móviles para ser llevado. Esto sucede en toda la frontera. Cúcuta es una ciudad que genera una dinámica propia y tiene elementos que jalonan el ritmo comercial; sin embargo, hay que hacer el esfuerzo diplomático por normalizar el paso binacional”, indicó Luna.