La diáspora venezolana continúa en ascenso debido a la crisis económica y social que enfrenta Venezuela. Félix Monroy, de 27 años de edad, es un barbero oriundo de San Antonio de los Altos, edo. Miranda, quien tomó la decisión de irse a tierras argentinas por un futuro mejor.

Días antes, Monroy contó que le habían advertido lo “malllevados” que eran los argentinos, sin embargo eso cambió cuando comenzó a trabajar en una barbería ubicada en Belgrano, una de los barrios más populares de Buenos Aires.

El peluquero reconoció que el cliente venezolano es más exigente que el argentino: el venezolano es más coqueto, si puede va todas las semanas a la peluquería, indicó Monroy.

Otra de las cosas que lo impactó y todavía le produce nervios es la policía. La fama que han adquirido los funcionarios en Venezuela, ha hecho que muchos de los ciudadanos le tengan cierto temor a los policías de otro país.

El mirandino contó que se hizo toda una película “sin ser culpable” cuando se encontró con funcionarios en Buenos Aires mientras que en Venezuela, señaló que “te paran por cualquier estupidez y te quieren quitar el dinero”, aseveró.

De acuerdo al portal La Nación, Félix destacó que le hicieron más preguntas en el aeropuerto de Maiquetía que en Argentina: “Querían saber cuántos dólares llevaba, cuántos traía… Ahí en el aeropuerto se ponen ridículos  para sacarte dinero”. En Argentina fue diferente, el barbero contó que el personal fue más amable y atento.

En un nuevo camino donde los inmigrantes buscan cualquier oportunidad de salir adelante, Félix reconoció sentirse privilegiado al probar un sándwich de jamón y queso crema a su llegada a Argentina.

Cuando dejó Venezuela pesaba 60 kilos y en pocos meses subió 15 kilos más. Hecho que le produce nostalgia debido al hambre y necesidad que pasan muchos venezolanos en las calles, donde la inflación les impide llenar la cesta básica.

Félix Monroy no descarta volver en un futuro a su país y todavía discute con su esposa sobre dónde nacerán sus hijos, pues siempre quiere tener una excusa para venir pero está convencido de que lo hará cuando Venezuela le ofrezca nuevamente el poder adquisitivo y seguridad.

“Con nada más que eso, ya me regreso”, finalizó.


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