El gobierno de Kim Jong-un despliega una oferta de gestos, a la espera de una reacción positiva del gobierno estadounidense. Abecé de lo acordado con Seúl.

¿Cuáles son las claves de los acuerdos conseguidos por los presidentes de las Coreas del Norte y del Sur?

En términos generales son dos. Por una parte el ofrecimiento de Kim Jong-un de cerrar la instalación nuclear de Yongbyon, donde el régimen produce combustible para sus bombas atómicas.

Y por la otra, junto con el presidente surcoreano Moon Jae-in, firmaron un acuerdo militar para reducir la tensión en zonas fronterizas, considerado como un paso importante hacia el fomento de la confianza mutua.

Además de eso, hicieron varios anuncios como una posible visita de Kim a Seúl, algo histórico, pues sería la primera visita de un líder norcoreano a la capital surcoreana después de la guerra. Y también la intención de hacer una postulación conjunta para organizar los Juegos Olímpicos de verano de 2032. También participar conjuntamente en los Olímpicos de Tokio de 2020.

¿Qué tan importante es el desmantelamiento de la instalación de Yongbyon?

Los expertos creen que es un guiño más simbólico que real, porque no es la primera vez que Corea del Norte promete cerrar Yongbyon: en 2008 ya derribó ante observadores internacionales su torre de refrigeración para volver a levantarla poco después. Y lo otro es que el gobierno norcoreano no habla de plazos ni de especificaciones técnicas y además sigue sin revelar el alcance de sus arsenales y sin permitir la entrada de inspectores en áreas clave para el desarrollo de armas.

¿El anuncio norcoreano de desmantelar la base de lanzamiento de misiles de Sohae no es significativo?

También se considera muy simbólico. Aunque el régimen comunista dijo que permitirá la entrada de inspectores para comprobar el desmantelamiento de buena parte de las instalaciones en la base de lanzamiento de Sohae (noroeste del país), esa fue una operación que se comprometió a realizar en Singapur (cumbre con el presidente estadounidense Donald Trump) y que ejecutó pocas semanas después.

Pero Sohae, usada para probar tecnología de misiles intercontinentales de combustible líquido, ha quedado a día de hoy como una pieza marginal en el programa de armas del régimen.

La razón es que Pionyang considera que ya completó el año pasado su programa de combustible líquido con el lanzamiento exitoso de sus misiles Hwasong 14 y 15 y está enfocado ahora en acelerar el desarrollo de proyectiles de combustible sólido (que se carga más rápido y permite lanzamientos más difíciles de detectar).

¿Qué pide a cambio el gobierno norcoreano?

La idea del gobierno norcoreano es hacer los gestos suficientes para que bajo la égida del gobierno de Estados Unidos se pueda firmar un tratado de paz -que considera garante de supervivencia en caso de desmantelar su programa nuclear-.

Hay que recordar que las dos Coreas están técnicamente en guerra, pues tras el conflicto bélico que las enfrentó (1950-1953) apenas hubo un armisticio, no un tratado de paz.

Y obvio, quiere que la comunidad internacional les rebaje las sanciones impuestas con anterioridad por seguir con su programa nuclear.

¿Cuál ha sido la reacción de Trump?

El presidente de Estados Unidos elogió a Kim por el progreso en el tema nuclear y en un trino calificó de “muy emocionantes” las nuevas noticias provenientes de Piongyang. Pero Washington pide, más que gestos simbólicos, medidas concretas para la desnuclearización de la península.

Los analistas hablan de que Corea del Norte y Washington tienen ideas muy diferentes cuando usan el término ‘desnuclearización’.

Sí, mientras Corea del Norte se refiere más a suspensión de la actividad nuclear, Estados Unidos aspira a entrega total del arsenal nuclear, algo que no le pasa por la cabeza al líder norcoreano.

¿En qué consisten los acuerdos militares que se firmaron entre las dos Coreas?

Según el documento, los dos países suspenderán desde el primero de noviembre sus respectivas maniobras junto a la frontera terrestre, de la cual ambos eliminarán además 11 puestos de guardia fronterizos antes de final de año. Las dos Coreas también establecerán una zona de restricción de vuelo junto a la línea divisoria y un área en torno a su frontera marítima occidental en la que se prohibirán las maniobras y los ejercicios con fuego real.

El histórico documento supone hasta la fecha el acuerdo de mayor relieve para rebajar la tensión militar entre los dos países.

También se habla de reconexión de sus vías férreas y carreteras.

Así es. De hecho están hace tiempo conectadas, pero hay que ver si esta medida tiene futuro porque los intercambios que se hagan a través de estas vías podrían eventualmente vulnerar las sanciones que pesan sobre Corea del Norte.

¿Y el tema de la reunificación de las familias que quedaron separadas por la guerra?

Hay algunos avances. Se acordó celebrar reuniones por video de familias separadas por el conflicto y la apertura de una oficina en la ciudad fronteriza norcoreana de Kaesong a la que norteños y sureños puedan acudir para tratar de localizar a familiares que viven al otro lado de la frontera.

¿Cómo recibió China los acuerdos?

Pekín expresó su deseo de que ambas partes los implementen con “sinceridad”. Pero los analistas han anotado que a China no le conviene que se desactive muy rápido el conflicto intercoreano pues podrían perder influencia en la región respecto a Estados Unidos.

¿Y Rusia?

Ve con buenos ojos los acuerdos: “Es una buena noticia. Sin duda apoyamos los pasos eficaces encaminados al arreglo del problema coreano”.


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