El gobierno de Estados Unidos culpó este lunes a Nicolás Maduro y a sus asesores cubanos de la muerte del militar Rafael Acosta Arévalo, quien estaba detenido y bajo custodia del régimen por supuesta implicación en una conspiración para dar un golpe de Estado.
La secretaria adjunta de Estado de Estados Unidos para Latinoamérica, Kimberly Breier, expresó este martes en su cuenta de Twitter la posición de su gobierno sobre el suceso.
“Estados Unidos condena la muerte de Rafael Acosta Arévalo; falleció en custodia de matones de Maduro y sus asesores cubanos. Maduro continúa matando, robando y mintiendo para aferrarse al poder. Apoyamos al pueblo de Venezuela en su lucha por restaurar la democracia”, escribió.
El domingo en la noche, la vocera del Departamento de Estado, Morgan Ortagus, condenó en un comunicado la muerte de Acosta Arévalo y aprovechó para pedir a la comunidad internacional que actúe contra Maduro. “Este último acto bárbaro de Maduro debe llevar a actuar a la comunidad internacional”, afirmó.
“Estados Unidos hace un llamado a las democracias del mundo para que se unan a nosotros en la condena de sus últimas violaciones de los derechos humanos y para que apliquen presión para lograr que los agresores rindan cuentas”, aseguró Ortagus.
La funcionaria también dijo: “Este asesinato sin sentido es una evidencia continua de que Maduro seguirá matando a su gente, robando a la nación venezolana y mintiendo al mundo para quedarse en el palacio de Miraflores. Unámonos y apoyemos al pueblo de Venezuela en su búsqueda por el fin inmediato de estos actos atroces y la restauración de su democracia”.
Acosta Arévalo fue detenido el 21 de junio por funcionarios de la Dirección General de Contrainteligencia Militar, sin que se indicaran entonces los motivos de su aprehensión.
Se ha denunciado que fue torturado hasta la muerte y, la última vez que se le vio con vida, fue cuando era presentado ante un tribunal militar, no podía mantenerse en pie o hablar, según su defensa y voceros de la oposición.
Funcionarios de Maduro denunciaron el miércoles pasado que se había desactivado un golpe de Estado que supuestamente incluía el asesinato de los principales líderes del chavismo.
Un día después el fiscal general informó que Acosta Arévalo formaba parte de la conspiración y que era investigado junto a otros 13 civiles y militares.