¿Qué tienen en común los panes navideños, en cualquier parte del mundo? Los buenos deseos que los rodean. Tanto el panadero como el cliente le desean el bien al destinatario final. Es un sentimiento que solo aparece en Navidad y envuelve toda la producción de alimentos de la época. Tal es el arraigo de Europa en nuestras costumbres que al hacer la lista de panes navideños, después de nuestro pan de jamón, figuran el panettone, el stollen de Dresde y la corona de reyes.

Ana Belén Fagúndez y Néstor Cárdenas integran Four Hands Cooking, exitoso emprendimiento que reúne pastelería, panadería, cocina y docencia. Se sienten orgullosos de decir que 90% de sus recetas son fórmulas propias. Son una traductora y un publicista que un buen día, hace más de una década, decidieron apostar a lo que más les gustaba: la gastronomía. La calidad de su panadería les ha valido el reconocimiento de restaurantes que solicitan que les diseñen sus panes.

Su oferta navideña comprende los indispensables pan de jamón y panettone; a los que han agregado panes y tortas de la tradición europea como son la rosca de reyes, la galleta de jengibre, el stollen de Dresde y el kringle stonian, que conocieron gracias a una alumna. Es una trenza que puede llevar canela, o frutas confitadas, o chocolate, y les gustó tanto que decidieron investigarlo y crear su versión, y lo ofrecen por encargo.

Con amasado portugués. Tres son, como los Reyes Magos, los socios de la Panadería Codazzi, en Los Chaguaramos, y uno de ellos, David Quinta, es el que amasa el pan de jamón y el panettone. Empezó a frecuentar esa panadería como vendedor de harina, hace más de 30 años. Está en el negocio desde los 11 años de edad, cuando empezó ayudando a su padre, que tuvo dos panaderías en El Llanito. Con orgullo muestra la mesa donde reposan los panettones que acaba de sacar del horno y las bandejas de panes de jamón que esperan su turno. Se considera de la vieja escuela. Su secreto, hacerlo con ganas, bien y con gusto. Siempre estudia la harina con la que le toca trabajar, le gusta investigar. Otro secreto: amasar mucho, y no todos están dispuestos. Los panettones por ejemplo llevan cuatro “amases”, los hace en tres tamaños y de frutas o chocolate, este último es el que más gusta. La fama de su pan de jamón es conocida en toda Caracas, de donde le llegan clientes a cumplir con su cita anual.

Tradición asuntina. Señala Antonio (Toñito) Espinoza Prieto que en La Asunción nunca se hizo panettone, y que los panes de Navidad eran de leche con formas de animales, o sobado dulce y aliñado, con nuez moscada, canela, clavo y anís. Nos recuerda que la particularidad que tiene el pan de leche asuntino es que es elaborado con leche condensada disuelta en leche entera. Rosana Marcano se ocupa, en el local El Pan de Mamá, de honrar la tradición y hace por encargo los animalitos de pan de leche, que aprendió a hacer de su mamá María Lárez.

Nos cuenta que entre los animalitos que se hacían antes figuraban conejos, mariposas y diversidad de pájaros. También como producto navideño se hacían coronas y corazones. Ella hace, por encargo, caimanes, iguanas y muñequitos como los de las galletas de jengibre, que suma a su oferta de suspiros, roscas, cocorrones y empanadas rellenas de mago o guayaba.

El dato

– Four Hands Cooking: Ana Belén Fagúndez y Néstor Cárdenas.

(0424) 2092799/[email protected]

IG @fourhandscooking

– Panadería y pastelería Codazzi. Avenida Estadium Los Chaguaramos.

(0212) 6617406 IG @pancodazzi

– El Pan de Mamá: Rosana Marcano. Final calle Unión, La Asunción.

(0416) 6954760/Mercado del Arte, sábados, 5:30pm


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