El mercado del vino está por los suelos y se pondrá peor. En su mejor momento (2008-2010) la importación llegó a 1.8 millones de cajas de 9 litros. El año pasado quedó en 122.000 cajas y el estimado para este año no supera las 70.000. Además, el consumo se ubica en el segmento de menor precio y la gente, más que marcas o cepas, lo que busca es lo que malamente puede pagar. No hay fidelidad ni puede haberla, uno se decide por lo más económico que encuentra. En las categorías más altas, los grandes nombres han desaparecido, especialmente los vinos franceses, lo cual no quiere decir que, de vez en cuando, uno no se encuentre con buenos vinos, tal vez no de renombre, pero si poderosos y sustanciosos por lo que viene en la botella. De Chile, por ejemplo, hay una etiqueta nombrada Don Erasmo, que no les dice mucho a los entendidos, incluso entre los chilenos. Viene del valle del Maule, de uvas cosechadas con criterio de selección, especialmente en los tintos. En el caso de Don Erasmo, el ensamblaje es el típico de Burdeos, cabernet sauvignon, merlot y cabernet franc. Lo que lo hace diferente y atractivo es que es elaborado con criterio enológico italiano, un vino de gran concentración, color rojo granate oscuro, taninos aún persistentes que irán amainando con el tiempo, aroma intenso, boca golosa, recordación de naturaleza viva, fruta concentrada, prometedor de larga vida, para el propio vino y para el que lo bebe. Si lo encuentran en algún anaquel y pueden pagarlo, no se arrepentirán.

Precio: alto

Distribuye: Fusari

Teléfono: (0212) 361 4065


El periodismo independiente necesita del apoyo de sus lectores para continuar y garantizar que las noticias incómodas que no quieren que leas, sigan estando a tu alcance. ¡Hoy, con tu apoyo, seguiremos trabajando arduamente por un periodismo libre de censuras!