Muy bien moldeados y pequeños, los buñuelos de El Nono Chichí gustan por su textura y sus sabores. Son muy suaves por dentro –como se espera de esta preparación, presente en recetarios de todo el país– y crocantes por fuera. ¿La razón? El encamisado de casabe en el que los envuelve Priily Zambrano, panadera y pastelera responsable de esta iniciativa culinaria que también incluye en su lista de productos un pan relleno de queso, que lleva por nombre FonduePan y que, como los buñuelos, ofrece en distintos sabores.

Los cinco buñuelos de la lista se rellenan con queso Santa Bárbara, el único sabor que ofrece el de plátano maduro y uno de los de yuca. Los tres restantes, elaborados con la masa del tubérculo, llevan algo más: uno, tocineta, otro, morcilla y un tercero, chistorra. Y a todos –solo pesan 20 gramos y deben freírse sin descongelar– se lucen con la miel de papelón que prepara la panadera.

El otro producto estrella de la casa, el FonduePan, es un pan artesanal elaborado con con masa madre y relleno de queso, que se entrega al cliente congelado, con la advertencia de retirarlo del freezer un día antes de gratinarlo.

Zambrano usa tres combinaciones para dar sabor a la preparación: emmental, pecorino y parmesano; emmental y cheddar; y cabra y ahumado.

“La primera se enriquece con cebollín y ajoporro y es la que llevan el de champiñones y el de tocineta; la segunda se combina con jalapeño y chorizo, y la tercera con chutney de pimentón”, agrega la panadera sin dejar de mencionar a Sol de Maldonado, su ayudante, con quien ya trabaja en una línea de postres fríos.

El dato

Los buñuelos de El Nono Chichí se ofrecen en cajas de 18 unidades y como el FonduePan pueden solicitarse a través de la cuenta de Instagram @elnonochichi.


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