Se fue diciéndole algo. Sergio Ramos fue protagonista del clásico español que finalmente ganó Barcelona por 3-2 ante Real Madrid en el Santiago Bernabéu, aunque no precisamente por su buen desempeño. El central español fue expulsado por roja directa al minuto 77 tras una entrada muy dura con los dos pies sobre Leo Messi.

Al árbitro del encuentro, Hernández Hernández, no dudó en mandar a las duchas a Ramos, quien no reaccionó correctamente a su expulsión. Camino del banquillo, el «4» blanco aplaudió su expulsión con burla y se dirigió a Gerard Piqué con un gesto de «hablar, hablar». Además, señaló el palco del Bernabéu, al que se refirió el central catalán en un clásico anterior.

Tras este encuentro, tanto el Madrid como Barcelona se encuentran empatados en el primer lugar de la tabla de posiciones de La Liga, pero los de Zidane cuentan con un partido menos.

En la próxima jornada, los merengues visitarán al Deportivo la Coruña, mientras que los culés recibirán al Osasuna. Al parecer, el tramo final del fútbol español será con suspenso.


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