El Real Madrid, que jugó con fuego y fue puesto en evidencia por el Fuenlabrada, junto con el Celta, el Levante y el Leganés, hicieron valer la renta de los choques de ida para alcanzar los octavos de final de la Copa del Rey de la que cae el Málaga, eliminado por el Numancia, de Segunda División.

El adiós del cuadro de Michel fue lo más llamativo del primer día de la vuelta de los dieciseisavos. Fue superado por un rival de inferior categoría incapaz de ofrecer síntomas de mejoría en su mal comienzo de temporada.

El bombazo copero transitó por el estadio Santiago Bernabeu. El Real Madrid, con una renta de dos goles del primer partido, vivió en el alambre, superado por el entusiasmo del Fuenlabrada (2-2), que durante una hora tuteó al conjunto de Zinedine Zidane y que estuvo a un gol de la prórroga.

Un gol de Luis Milla a los veintiséis minutos puso por delante al equipo del sur de Madrid, que ya había avisado un par de veces antes con ocasiones claras. El cuadro de Zidane, plagado de suplentes y canteranos, no estuvo nunca en el partido.

El Fuenlabrada tuvo en la mano el segundo con un remate al larguero de Cata Díaz. La salida al campo de Gareth Bale quién venía de estar de baja durante dos meses por lesión, resultó providencial par el equipo blanco. Un pase suyo y una acción individual propiciaron el doblete de Borja Mayoral que alivió al conjunto madridista. Alvaro Portilla, en el tramo final, premió el esfuerzo de los visitantes (2-2).


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