Al portugués José Mourinho no le duran las parejas deportivas lo suficiente. No parece forjar últimamente un vínculo duradero y fuerte, y en sus últimas tres ciudades ha dejado dos divorcios a su paso.

Los últimos dos años y medio en el Manchester United siguen la estela de su inestabilidad en el Real Madrid, y su amargo recuerdo en la vuelta al Chelsea. El de este martes es el segundo despido consecutivo del técnico, anunciado por el Manchester United, y le deja en la peor posición de los últimos tiempos y sin aparentemente un destino claro.

El que fuera dos veces campeón de la Liga de Campeones sale del United en una situación similar a la que le llevó a salir del Chelsea en 2015, y con el mismo fracaso en cuanto a títulos que le hicieron tomar la decisión de apartarse del Santiago Bernabéu.

Abandona Old Trafford con el mismo peso a sus espaldas de no haber cumplido las expectativas. El Real Madrid le reclamó traer la ‘Décima’ y desbancar al Barcelona de Pep Guardiola; y solo consiguió, en cierto modo, la segunda opción.

En su etapa en el club de Chamartín, Mourinho ganó una liga, una Copa del Rey y una Supercopa de España. Devolvió al Real Madrid a las semifinales de Champions, donde fue apartado tres veces por Barcelona, Bayern de Múnich y Borussia Dortmund, a cambio de desgastar el vestuario y fracturar a la afición, dejando a muchos fieles a su causa y a muchos detractores a su marcha. Florentino Pérez anunció que Mourinho abandonaba el club de mutuo acuerdo en 2013. Mourinho aún guardaba el buen cartel que le había proferido sus ‘Orejonas’ en Oporto y Milán, y su provechoso paso por el Chelsea, al que dio dos Premier League.

Los ‘Blues’ recuperaron casi de inmediato al portugués en cuanto puso un pie fuera de la Castellana. Roman Abramovich le ató y el portugués respondió con su tercera Premier League en su segundo año en el cargo.


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