Protagonista de un triunfo para el recuerdo ante Alemania, hoy ante Corea del Sur México debe bajar del cielo y continuar su terrenal batalla para clasificar a octavos del Mundial.
«Es el momento de demostrar que podemos ser protagonistas, ahora tenemos la obligación de ir a buscarles. Históricamente somos más que el rival y les tenemos que imponer nuestras condiciones», señaló el seleccionador Juan Carlos Osorio esta semana sobre el cambio de perspectiva que debe afrontar su grupo.
Después de la primera jornada, México comparte el primer puesto del grupo F con Suecia, que derrotó a Corea del Sur por 1-0, por lo que los asiáticos juegan por la supervivencia en Rostov.
Osorio, el hombre que no ha repetido alineación en casi 50 partidos con el Tri, rotará a alguno de sus jugadores. Algunos de los que podrían tener una oportunidad son Javier Aquino, Jonathan Dos Santos u Oribe Peralta, sin minutos el domingo ante la Mannschaft.
En el lado surcoreano todas las miradas están puestas en Son Heung-min, la estrella del Tottenham, principal baza para que su equipo llegue con vida a una última jornada contra Alemania.
El jugador de 25 años de edad fue inusualmente duro con su actuación en la derrota frente a Suecia: «Estoy muy decepcionado por mi rendimiento, lo siento por mis compañeros. Si no marcamos es mi culpa, porque forma parte de mis responsabilidades».
Frente a los nórdicos tampoco brillaron sus compañeros de ataque, Kim Shin-wook y Hwang Hee-chan.
La otra gran preocupación de México estará en las tribunas. Con casi 40.000 aficionados en Rusia, la Federación Mexicana de Fútbol ha multiplicado los mensajes en las redes sociales para pedir que se eviten insultos homófobos.
La FIFA los multó tras el partido contra Alemania y avisó que puede imponer sanciones mayores en caso de reincidencia, incluso pérdida de puntos.