Para salir de la sequía goleadora que hace rato atrapa al seleccionado en las eliminatorias (15 tantos en igual cantidad de partidos, en seis fechas se quedó en cero) no debería haber situación más propicia que ser local ante Venezuela, último en las posiciones y único país de la Conmebol que nunca se clasificó a un Mundial. Messi, Icardi, Dybala, Di María y compañía podrían exteriorizar mañana en el Monumental todos los festejos que últimamente tienen atragantados. Es probable que así ocurra, lo indica la historia, pero si se extiende la poca o nula eficacia quizá haya que reparar en las condiciones de Wuilker Faríñez, el joven arquero de la Vinotinto.

Faríñez no tiene el recorrido ni el prestigio internacional que comparten varias figuras argentinas, pero sí cuenta con algo que aquellas ya dejaron atrás: juventud, potencial, ansias por mostrarse y hacerse un nombre en el gran escenario del fútbol. Con 19 años, el arquero integra la camada del seleccionado Sub 20 que a mediados de este año obtuvo un histórico segundo puesto en el Mundial de Corea del Sur, tras perder la final ante Inglaterra.

Faríñez, que sólo recibió tres goles en siete partidos en la competencia juvenil y perdió el premio Guante de Oro de la FIFA a manos del inglés Freddie Woodman por un ínfimo porcentaje inferior de atajadas (90 por ciento contra 87), es uno de los nueve Sub 20 que componen el actual plantel mayor, que al igual que el otro es dirigido por Rafael Dudamel.

Entre los titulares de mañana habrá otros dos que participaron en la gesta en Oriente: los volantes Sergio Córdova, autor del que fue elegido el mejor gol en el Mundial y transferido al Augsburgo alemán, y Yangel Herrera, adquirido por el fondo de inversión que administra Manchester City y cedido a la franquicia New York City de la MLS.

Más alto (1,81m) que robusto, Faríñez se destaca por su elasticidad y reflejos. Con su capacidad de reacción suple errores de ubicación. No es de esperar debajo del arco, tiene arrojo para salir y cortar. El último jueves fue uno de los mejores en el 0-0 frente a Colombia. No se asustó con cada embestida de Radamel Falcao y tuvo una gran atajada en un tiro de media distancia de Gio Moreno.

Fue su tercer cotejo por las eliminatorias (le marcaron 5 tantos), en las que ante Chile le contuvo un penal a Alexis Sánchez; es un arte que domina bastante bien: al volante de River, Nicolás de la Cruz, le desvió un penal en el Sudamericano y otro en el Mundial; Venezuela avanzó a la final gracias a los dos remates que atajó frente a Uruguay.

Dijo que su receta es «saber esperar, estudiar los gestos y el arranque del ejecutante». Se siente ayudado por Dudamel: «Trabajamos mucho con el cuerpo técnico. Tenemos esa diversión, de jugar a los penales, apostar y competir. También soy un agradecido de mi padre, que me da muchos consejos».

De la formación de mañana, es el único que actúa en el fútbol venezolano. Pertenece al Caracas, club de la convulsionada capital. De familia de clase media-baja, vive en la urbanización Nuevo Horizonte, en la popular zona de Catia, de donde surgieron los futbolistas Salomón Rondón, Emilio Rentería y Cristian Cásseres .

Por sus aptitudes y la crisis económica del país, a Faríñez le espera una pronta venta al exterior. En su momento hizo una averiguación Huracán, que lo enfrentó hace más de un año por la Copa Libertadores. Y también hubo un interés de Benfica. Según Transfermarkt, un portal especializado en el mercado de pases, su valor es de un 1,5 millones de euros.

Con 17 años, el DT Noel Sanvicente lo llevó a la Copa América de Chile 2015. «Cuando lo convoqué fui criticado, ahora me dan la razón. Hay que tener paciencia, hay arquero para rato», expresó Sanvicente. Su debut -tiene el récord de haber sido el de menor edad en la mayor- fue con Dudamel, el 25 de mayo de 2016, en un amistoso 0-0 ante Panamá. El técnico le confió el arco en las eliminatorias tras marginar al experimentado Dani Hernández. «No le regalo nada a nadie. A Wilker hay que valorarlo por su rendimiento, no por su edad. Tenemos arquero para 20 años más. Si dicen que los equipos se arman desde el arco, duermo feliz», dijo Dudamel, según recoge el blog del periodista venezolano Humberto Perozo.

«Faríñez es excepcional, pertenece a una generación con la que Venezuela ya piensa en el Mundial 2022», comenta el experimentado periodista y profesor venezolano Edgardo Broner, autor de los libros Fútbol pensado y Gol de Venezuela.

En la senda de Renny Vega y Dudamel, dos de los mejores guardavallas de la historia de la Vinotinto, a Faríñez le tocará la experiencia de comprobar cuán grande es el arco del Monumental cuando Messi y su batallón vienen de frente.


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