Los ciento cuarenta y siete millones de euros que invirtió el Manchester United en dos fichajes valieron la pena. ¿Por qué? Bueno, esos dos jugadores, el francés Paul Pogba (105 millones) y el armenio Henrikh Mkhitaryan (42), fueron los autores de los dos goles en la victoria frente al Ajax de Amsterdam en la final de la Europa League que se disputó ayer en Solna, Suecia. No solo le dieron el único título que faltaba en sus vitrinas, también la clasificación a la Champions League 2017-2018.

Y no se puede dejar de lado la importancia de este campeonato para una ciudad que sufrió un atentado terrorista el pasado martes, que dejó saldo de 22 fallecidos y 59 heridos. “Jugamos por Inglaterra y Manchester, por los que fallecieron. Lo logramos”, dijo Pogba al término del encuentro.

Dominar sin la pelota. El portugués José Mourinho eligió el 4-2-3-1 como esquema táctico y cuando defendió lo hizo con nueve hombres por detrás de la línea de la pelota. A pesar de que perdió la posesión de la esférica (36 contra 64 por ciento), logró anular completamente a su rival. Además de mostrar contundencia al anotar en los dos únicos disparos al arco que tuvo. Es decir, le salió todo a la perfección.

«Este partido fue como la final de Champions de Inter y Bayern, desde el minuto uno sabia que la teníamos en la bolsa. Hoy ganamos de una manera cómoda ante un muy buen equipo. Este es el final de una temporada muy difícil pero también muy buena, preferimos esto a un cuarto lugar”, explicó el estratega en la rueda de prensa post partido.

Otro punto importante es que los Diablos Rojos llegaron a tierras helvéticas sin varias piezas fundamentales por fuertes lesiones: Marcos Rojo, Zlatan Ibrahimovic, Luke Shaw y Ashley Young. Y con todo y eso, lograron sobreponerse y ganar el encuentro.

Los tantos en el momento justo. El United salió desde un inicio a jugar al contragolpe y aprovechó las ocasiones que tuvo. A los 18′, Pogba efectuó un disparo desde afuera del área que se desvió en un zaguero, batió al arquero camerunés André Onana y un balde de agua fría cayó sobre los jugadores del entrenador Peter Bosz.

Y a los tres minutos de haber comenzado el complemento, Mkhitaryan dio el golpe final al efectuar un cabezazo, dentro del área chica, en un saque de esquina y mandó la pelota al fondo de las redes.

Con este resultado, Mourinho ganó su decimosegunda final y se convirtió en el primer entrenador en ganar dos Champions y dos Europa League.


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