Con al menos 90 minutos por delante para escribir un nuevo capítulo en el libro de récords del fútbol venezolano, los chamos del seleccionador Rafael Dudamel ya pueden considerarse los protagonistas del mayor logro en el balompié nacional al clasificarse para jugar contra Inglaterra la final del Mundial Sub 20 de Corea del Sur.

El pase a la final del Mundial, conseguido este jueves con suspense ante la aguerrida Uruguay, supera la hazaña que alcanzó hace apenas un año en Jordania el equipo femenino Sub 17 que dirigió Kenneth Zseremeta, y que tuvo en la goleadora Deyna Castellanos a su máxima exponente.

La Vinotinto de Dudamel se ganó el boleto a la instancia decisiva de la cita de Corea del Sur, luego de igualar el partido sobre la hora, gracias al tanto de tiro libre del habilidoso volante Samuel Sosa, de tan solo 17 años de edad.

Antes, el charrúa Nicolás de la Cruz había adelantado a la Celeste tras convertir en gol un polémico penalti sentenciado con ayuda del videoarbitraje o VAR.

En la tanda de penaltis, las providenciales intervenciones del guardameta Wuilker Faríñez terminaron por meter a Venezuela en su primera final de un torneo de la FIFA.

«Toda la gloria para Dios, hoy nos ha dado la fuerza y la sabiduría para pasar a la final y regalarle esta inmensa alegría a nuestro país», dijo Dudamel en su cuenta de Twitter tras el pitido final del partido.

Con todo, no es la primera vez que una selección masculina de fútbol de Venezuela alcanza una final. Ya lo hizo y la ganó por 3-1 la delegación que entrenó Lino Alonso en los Juegos Centroamericanos y del Caribe de 1998, que se disputaron en la occidental ciudad venezolana de Maracaibo.

Pero este hito, que valió a Venezuela su hasta ahora única presea dorada en un torneo de fútbol masculino, siempre ha sido relegado al banco por la debilidad de los rivales que enfrentó la Vinotinto.

El caso de los dirigidos por Dudamel es distinto, porque Venezuela emprendió una «ruta de campeones» en su camino a la final. En los octavos batió 1-0 a Japón, el campeón de la zona asiática, en cuartos ganó 2-1 a Estados Unidos, el ganador del torneo juvenil de la Concacaf y este jueves echó del camino a Uruguay, la actual campeona de la Conmebol.

Considerada por décadas como «La Cenicienta» del fútbol de la región por sus decepcionantes resultados históricos y su deficiente infraestructura, Venezuela comenzó a virar su andar en el concierto internacional una década atrás, cuando la Federación obligó a los clubes a alinear al menos un juvenil cada fin de semana.

La selección de Dudamel tiene su base en estos jugadores, llamados en Venezuela «de la regla», y que solo pueden ser sustituidos por otro juvenil antes de que uno de más experiencia ingrese al campo.

Gracias a esta regla, jugadores como Tomás Rincón o Salomón Rondón, habituales en la selección de mayores, vieron minutos que les ayudaron a ganar confianza antes de dar el salto al fútbol europeo.

Ahora los venezolanos, que han experimentado un constante crecimiento futbolístico desde el «Boom Vinotinto» que dirigió el exseleccionador Richard Paéz, tienen la oportunidad de inscribirse en la historia del fútbol mundial.

Para ello deben ganar a Inglaterra el domingo, que hoy ganó 3-1 a Italia en la otra semifinal del torneo. Pero más allá de ese resultado, ya estos jóvenes podrán contar la mejor historia que tiene hasta hoy el fútbol venezolano.


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